Según datos oficiales, hay un policía cada 280 habitantes. El Gobierno afirma que el delito bajó. La oposición opina lo contrario. Las cifras detrás de los uniformes.
“La sensación de inseguridad es muy fuerte”. La frase no corresponde a Aníbal Fernández, de cuya boca salieron palabras similares cuando era jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. Quien profirió tal declaración fue la (siempre polémica) ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, durante una charla en el Centro Woodrow Wilson, en Washington, donde destacó la baja en la tasa de algunos delitos. De acuerdo a la titular de la cartera, en el país se redujeron en 21,5 por ciento los homicidios y en 11,5 por ciento los robos, a la vez que se registró un aumento de más del 200 por ciento en decomisos de drogas.
Los números de la funcionaria se condicen con los revelados a La Tecla por el Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Cristian Ritondo, que dan cuenta de que el año pasado se registró una caída en la tasa de homicidios del orden del 37 por ciento en la Provincia.
“Además, en 2017, el delito de asalto descendió en un 9 por ciento con respecto al 2015; el robo-hurto automotor bajó en un 10 por ciento; el cuatrerismo disminuyó en un 39 por
ciento; y el de piratería, en un 72 por ciento”, señalaron desde la dependencia, a la vez que evitaron proveer de algún número exacto de ilícitos cometidos el año pasado.
Pero, más allá de las estadísticas, la realidad varía en cada distrito. Los índices de inseguridad, por supuesto, son mucho más altos en las zonas calientes del Conurbano que en el interior bonaerense. Las versiones sobre el alza o disminución de los delitos se alteran, también, de acuerdo al signo político del intendente. Mientras para los jefes comunales oficialistas del Gran Buenos Aires la inseguridad retrocedió, para los opositores creció al punto tal de estar jaqueados por los delincuentes.
Como en La Matanza, donde la mandataria Verónica Magario afirmó que “la inseguridad ha crecido en nuestros barrios, y con mucha violencia”, tras el asesinato de Leandro Miguel Alcaraz, el chofer de colectivos de la línea 620. De acuerdo a lo revelado entonces por Magario, en el municipio operan 4.200 policías de la Provincia y 150 gendarmes. No obstante, desde el Ministerio de Seguridad indicaron que el distrito cuenta actualmente con 4.386 efectivos bonaerenses (entre integrantes de las reparticiones de Seguridad, Rural, Investigaciones, Drogas Ilícitas, Género y Policía Local) y 450 gendarmes.
Es más, según la información a la que tuvo acceso La Tecla, La Matanza es el único partido al que se le sumaron efectivos de fuerzas federales tras su desembarco en el Conurbano (más La Plata y Mar del Plata), a mediados del año 2016. De 300 gendarmes pasó a tener 450 en dos años.
De acuerdo al documento oficial provisto por Seguridad de la Nación, son más de 6.500 los efectivos federales que trabajan en las zonas calientes, que se suman a los más de 56 mil provinciales. Es decir que, en total, la provincia de Buenos Aires cuenta con 63.049 policías en la calle; aproximadamente un efectivo cada 280 habitantes.
Sin embargo, la cantidad no parece ser suficiente. Los robos y hurtos en la vía pública aumentaron en los últimos meses, provocados, en gran medida, por la crisis económica y el inevitable crecimiento de la pobreza.
“Hay gente que delinque que es la primera vez que está pasando, que antes no lo hacía, pero más que por una necesidad de delinquir es por la de un apremio económico. El tema de la falta de inclusión hace que los lleve a esta situación, gente que obviamente no ha entrado nunca en el sistema del delito”, se sinceró el propio jefe de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni, aunque aclaró que se redujeron en gran medida los delitos complejos, tal como señalaron ambas carteras de Seguridad. Al menos en eso, están de acuerdo.