En Troncos del Talar, autoridades municipales y provinciales celebraron los dos años de funcionamiento del proyecto, ideado por organizaciones sociales y el Gobierno local, que promueve la contención y desarrollo de los niños y niñas.
El Municipio de Tigre acompañó en Troncos del Talar el segundo aniversario del Espacio de Primera Infancia “Las Flores de Cina Cina”. El proyecto, llevado adelante por organizaciones sociales y el Gobierno local, promueve la integración, estimulación y desarrollo de los niños y niñas de la localidad.
Al respecto, el subsecretario de Economía Popular del Municipio, Fabricio Cerdán, afirmó: “Hoy cumple dos años este espacio donde las trabajadoras vienen desempeñando una labor formidable, han estado presentes con las familias del barrio de Cina Cina durante la pandemia, generando actividades didácticas y un poco de dispersión. Ahora con la cuestión sanitaria más tranquila, nuevamente retomaron su labor de cuidado de chicos, que es una tarea fundamental que permite a las familias, y a las madres más que nada, poder usar ese tiempo en otro tipo de actividades”.
Y agregó: “Desde el Municipio acompañamos estas iniciativas. El intendente Julio Zamora siempre ha estado presente aquí, desde la construcción hasta el reconocimiento que se hace hoy, a 2 años. Estamos muy orgullosos de que nuestra comunidad, día a día, se vaya organizando de esta manera para mejorar la calidad de vida de los vecinos”.
El EPI, inaugurado en 2019, en un proyecto formalizado por el Movimiento Evita y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) de Tigre, con la colaboración del Municipio de Tigre. Cuenta con cupo para 90 niños/as de entre 45 días y 4 años, dos aulas, un salón de usos múltiples y baños.
El subsecretario de Economía Popular de la Provincia de Buenos Aires, Federico Ugo, destacó: “Estamos muy felices de poder celebrar en conjunto con el Municipio, la Provincia y la Nación, y los movimientos populares. Este lugar estaba abandonado y se puso en valor, y se le empezó a dar vida con las tareas comunitarias. Todo fue desarrollo desde ese momento hasta ahora; la educación y contención que tienen acá los chicos y las chicas es de primera calidad, las trabajadoras hacen un gran esfuerzo y para nosotros es muy importante”.
Durante la pandemia, las trabajadoras se reinventaron de diferentes maneras con la seguridad de mantener el espacio siempre abierto. Así generaron redes de contención para las familias y los chicos, colaboraron en su alimentación, enviando recetas saludables a partir de los productos que incluían los refuerzos, entre otras dinámicas.
En tal línea, Myrian, trabajadora del EPI, expresó: “Durante la pandemia hicimos ollas populares, empezamos a crear recetas y se las pasábamos a las familias. Hoy son dos años que cumple nuestro espacio en funcionamiento, antes trabajamos levantando paredes, pintando, pero siempre capacitándonos, juntando un poco de acá y un poco de allá para involucrarnos con el barrio”.
