Según datos brindados por fuentes gubernamentales de la provincia de Buenos Aires, el presente ciclo lectivo 2017 está por culminar con una cantidad alarmante de hechos que tuvieron como víctimas a docentes de escuelas de inicial, primaria y secundaria.
Cada semana se registran en territorio bonaerense al menos cuatro casos de violencia extrema hacia profesionales de la educación, en su mayoría, cometidos por familiares o allegados de sus alumnos.
Según datos brindados por fuentes gubernamentales de la provincia de Buenos Aires, el presente ciclo lectivo 2017 está por culminar con una cantidad alarmante de hechos que tuvieron como víctimas a docentes de escuelas de inicial, primaria y secundaria.
«Registramos cuatro casos semanales, en promedio, durante el ciclo lectivo iniciado en marzo. Es muy preocupante. Pasamos de dos o tres casos graves por semana, que incluyen amenazas y golpes, a una actualidad que no baja de cuatro episodios. En muchos casos, este año además sumó a docentes hospitalizadas», señaló un vocero.
Escalada de violencia
El caso de la docente Cintia Sampedro provocó conmoción en la comunidad educativa bonaerense, en un hecho registrado el miércoles cuando fue víctima de una violenta golpiza a manos de dos hombres que la interceptaron con un auto negro minutos después de salir del colegio, a unas diez cuadras.
El suceso se enmarca en una modalidad que tuvo este año un promedio de cuatro episodios de violencia extrema por semana que padecieron profesionales de la educación, cometidos por familiares o allegados de los propios alumnos.
La Justicia, la Policía y parte de la comunidad educativa del colegio sospechan que el padrastro de uno de sus alumnos fue quien ordenó el ataque, ya que había amenazado a la mujer en varias ocasiones.
«Por favor ayudame, necesito que llames a la escuela. Me cruzaron un auto y me recagaron a palos, no sé dónde estoy», dijo Cintia en un audio que envió a través de WhatsApp.
Luego, en su declaración a la policía, la docente explicó que del vehículo bajó uno de los dos hombres y le golpeó la cara y el abdomen. Le fisuró una costilla y le lastimó el rostro. «Por ahora, permanece con ART para recuperarse de los daños físicos y psicológicos», dijo un allegado a la mujer agredida. (InfoGEI) Mg