El intendente repasó los hitos de su gobierno, como la construcción del Hospital Central, la Universidad y más de 20 escuelas. Reconoció los desafíos pendientes y señaló que las políticas de ajuste de Nación frenaron obras clave y generaron un profundo deterioro social.
A cinco años de haber asumido como intendente, Federico Achával habló de los aciertos de su gestión, los desafíos pendientes y la falta de apoyo del gobierno nacional en este último año, con Javier Milei como Presidente.
En una entrevista con el programa Agenda Propia (105.9), Achával destacó como hitos de su gestión la construcción del Hospital Central, obras en educación, como las más de 24 nuevas escuelas, y el proyecto de poner en marcha la Universidad Pública de Pilar.
Pero además, subrayó el complejo panorama que se abrió desde este año, donde las políticas de ajuste del gobierno nacional frenaron la obra pública e impactaron de lleno en el consumo, con la consiguiente caída en la actividad económica y una profunda erosión social.
-¿Cómo ves estos cinco años de Pilar bajo tu gestión?-, preguntó Agenda Propia
-Lo que primero veo y analizo es el enorme recorrido y el trabajo que hemos hecho en estos cinco años, que nos permitieron cumplir sueños importantes, como el Hospital Central de Pilar, o para nosotros, políticas públicas importantes, como construir 24 escuelas y estar avanzando en la construcción de ocho nuevas. Los clubes municipales, el haber logrado sacar la ley de creación de la Universidad Nacional de Pilar, y muchas otras obras que hicimos en nuestros barrios para transformar la realidad de cada una de esas localidades que tanto queremos y con las que nosotros asumimos el compromiso de representarlas. También, por supuesto, nos quedan los enormes desafíos por delante. Somos conscientes que hemos transcurrido un camino, pero también somos conscientes de todo el camino que nos falta, y en eso estamos este año.
-¿Se parece, este Pilar con el que te imaginabas hace cinco años que querías construir?
-Hay cosas que eran anhelos, que eran sueños, y realmente me alegró, o nos alegró, como proyecto político, poder llevar adelante, sin lugar a dudas, el sueño de la Universidad Nacional de Pilar. Es un sueño que tiene el haber logrado la sanción de la Ley, y nos queda pendiente todavía que los alumnos ingresen a la Universidad y eventualmente se reciban. Uno, cuando se dedica a la política, tiene expectativas, y esas expectativas se cruzan con la realidad, y a veces se cumplen en su totalidad y a veces no. La universidad transita hoy por ese camino, pero con la esperanza de que en el tiempo que nos queda, lograr ese objetivo.
-¿En qué lugar estamos parados hoy en cuanto a la universidad? Se esperaba el tema del debate del presupuesto nacional para que aparezcan las partidas pero da toda la impresión de que el gobierno no tiene intención de que haya un presupuesto nacional.
-Lo primero es que nosotros tomamos la decisión de, siendo que hay incertidumbre con respecto al presupuesto, avanzar con fondos municipales para la construcción del edificio, que creo que es un paso muy importante, no solamente en términos funcionales, sino fundamentalmente identitarios y de espíritu de la universidad, porque nosotros sabemos y queremos que sea el Pellegrini sede de un polo educativo regional que tenga como bandera a la universidad. Después, en términos institucionales, hablo mucho con la rectora Lizzie Wanger. Una idea de arranque es si uno tiene asegurado el presupuesto para la planificación de los próximos seis años que tiene la universidad y otra distinta es si tenemos que ir viendo qué partidas dispone el gobierno nacional, digamos, de manera arbitraria o con un análisis que por ahí no es el que nosotros compartimos o el que tenemos. Y en las dos opciones estamos obviamente trabajando, porque para nosotros lo importante es el punto de partida y a partir del punto de partida tenemos la plena confianza de la importancia que tiene la Universidad Nacional de Pilar, de lo sólido que es su proyecto y de lo que va a contribuir al sistema productivo argentino y al sistema universitario nacional.
-El presupuesto local no incluye fondos de nación, por primera vez en muchos años, y no se sabe si va a haber presupuesto nacional. Todo parecería indicar que no. ¿Tienen algún indicio de qué va a ocurrir justamente con esa partida que aparecía de cerca de 800 millones para la Universidad de Pilar?
-Con respecto al presupuesto municipal y la ausencia de partidas por parte del gobierno nacional, tiene que ver con una realidad. En este año no hemos recibido partidas por parte del gobierno nacional y no tenemos la perspectiva de que las vaya a haber. En la Argentina de hoy el gobierno nacional ha tomado la decisión de escindir su responsabilidad sobre lo que pasa en la realidad de los y las argentinas. Ha decidido abandonar su responsabilidad de gestión en términos efectivos en temas sensibles como la educación, la salud y en muchos otros ámbitos. Ha separado en sus objetivos los intereses que tenemos, los que buscamos a través de la política mejorar o transformarle la vida a los y las pilarenses, en mi caso, o los argentinos en el caso del gobierno nacional. Eso es una realidad. En cuanto a la Universidad, sí estamos en esa incertidumbre pero la esperanza no la perdemos. Las puertas al diálogo las tenemos abiertas de manera permanente. Siempre confío en que de alguna manera vamos a resolver el problema del presupuesto de la universidad y tengo la esperanza real, concreta de que el año que viene tengamos la posibilidad de arrancar con la universidad.
–En estos cinco años de mandato hay como una suerte de bisagra con el cambio de gobierno nacional. Un gobierno que ha desertado del rol básico que tiene ¿Cómo fue este año que ya está terminando con Javier Milei como presidente?
-Fue un año muy complejo para los y las argentinas. Lo podemos plantear en cuestiones concretas. La realidad es que la educación es una política pública central para zanjar desigualdades. El Estado Nacional se había comprometido a terminar la escuela técnica en Villa Rosa y la abandonó. Después nosotros desde la gestión municipal tuvimos el impulso y la decisión de avanzar en su terminación por la importancia estratégica que tiene. El cuidado de nuestros adultos mayores es para nosotros un tema identitario y de respeto y de agradecimiento para aquellos que conformaron nuestro país y que laburaron toda la vida para que seamos la Argentina que somos, con sus virtudes y con sus defectos. Y lo cierto es que el retiro de los medicamentos para los abuelos y para los jubilados, lo que hizo fue que nosotros tengamos que salir a cubrir esa necesidad en la medida de lo posible y con nuestros recursos. Lo cierto es que trabajamos en proyectos estratégicos o de fondo en infraestructura que creemos importante para nuestros barrios, como por ejemplo las obras hidráulicas de William Morris y El Rocío y el gobierno hasta ahora las ha abandonado. Creemos que es importante en el conurbano de la provincia de Buenos Aires trabajar en políticas públicas de seguridad, entendemos que los municipios tenemos por conocimiento territorial un aporte para hacer, sin embargo el gobierno nacional sacó el fondo de seguridad, así como sacó el fondo de incentivo a los docentes, que no es que iba ni al municipio ni a la gobernación, era dinero que iba directamente como retribución a nuestros docentes en una Argentina que necesita justamente educación. Todas esas son las diferencias que hemos tenido que enfrentar durante este año sin perder nuestra identidad que para nosotros es fundamental, porque también tiene que ver con la representación que tenemos en nuestro pueblo y el objetivo para el cual nos han votado.
-Fuiste reelegido por casi el 60% de los votos, pero en el balotaje ganó Milei en Pilar. ¿Qué análisis haces de esto que suena paradójico y de hecho parecería serlo? Con dos modelos totalmente distintos. Uno que propone un Estado presente como el de ustedes, con la ejecución de obras, con estar cerca de la gente, y otro que ya le venía avisando a la gente que el Estado se retira absolutamente de todo, incluso de cuestiones muy básicas.
-Creo que el mensaje a nivel nacional no fue exacto porque cuando Milei sostenía la idea del ajuste, era un ajuste que le iba a pagar la casta, o lo que él definió como la casta, pero lejos estuvo de sostener que los jubilados iban a ser casi el 27% del ajuste que iba a hacer el gobierno nacional y que, entre otras cosas, iba a significar la quita de los medicamentos. Dentro de las políticas que sostenía el gobierno nacional, nunca dijo que iba a abandonar las universidades. Sin embargo, las universidades sufrieron el ajuste y el recorte en su presupuesto. No es que la Argentina que teníamos antes era ideal, claramente no, teníamos un proceso inflacionario, teníamos muchísimos problemas con gente que no llegaba a fin de mes, trabajadores que no llegaban a fin de mes, y eso lo cierto es que la gente y todos creemos que había que arreglarlo y entiendo que en cierta medida eso explica la diferencia de modelos que vos sostenés que la gente votó en Pilar.
-¿Qué política dirías que fue la que más impactó en términos sociales en forma negativa en este año de gobierno nacional?
-Yo creo que la caída del consumo por lo que implica en la totalidad de la economía. Implica también que la gente compra menos cosas, por lo cual se producen menos cosas. Hay una caída del sector industrial importante, hay una caída de la utilización de capacidad instalada en el sector industrial y particularmente en los sectores que tienen que ver con el consumo, los alimentos, por ejemplo. Hay una caída muy abrupta en una primera etapa de la construcción, no solamente de la obra pública, sino de la construcción en general, que generó una enorme cantidad de desempleo. Esa caída del consumo también implica y tiene un impacto muy directo en las pymes, fundamentalmente, que son las que tienen normalmente menos margen, y eso hizo, por ejemplo que haya 12.000 menos pymes en lo que va el año. Pilar venía teniendo un crecimiento muy importante del sector gastronómico y ese crecimiento no solamente se detuvo, sino que tiene una caída con el impacto que eso también tiene en un empleo que es más golondrina o menos estable, pero que es importante en el distrito. Veo además que esa caída en el consumo tiene una implicancia en el comercio de barrio, que además muchas veces colabora con distintos sectores de la sociedad. Cuando uno habla con mujeres de merendero decían bueno por ahí íbamos a una carnicería o íbamos a una verdulería y nos ayudaban más de lo que hoy nos pueden ayudar. No es un reproche, sino es parte de la descripción de la realidad. Entonces, todo eso yo lo podría englobar no solamente en el primer año de Milei como gestión, sino en el total y absoluto desapego que veo entre el análisis que hace el Gobierno Nacional de sus logros económicos y la economía real, la economía de las familias y de las empresas en la Argentina.
-¿Cómo ves el impacto en la sociedad de todo eso y cómo se organizaron para poder llegar y seguir asistiendo a los lugares más vulnerables?
-Lo veo muy difícil. Veo un deterioro social importante, un deterioro social que se explica o que se ve en la violencia intrafamiliar, que se ve en el aumento de los índices de suicidio por parte de gente joven, que se ve en muchos vecinos que no tienen la posibilidad de llegar a fin de mes y eso obviamente repercute en su salud emocional. Tuve la posibilidad hace unos días de reunirme con las mujeres del programa María Romero, de Merenderos y Comedores en Del Viso, y se repite o empieza a acelerarse esta idea de que los adultos mayores empiezan a ir a los merenderos y comedores. Insisto, no es que la Argentina estaba bien, existían merenderos y comedores para cubrir necesidades de familias. Normalmente, en nuestra sociedad, cuando crece la pobreza, cada vez hay más merenderos y comedores y van más chicos a los merenderos y comedores. Pero que los adultos mayores vayan es un fenómeno más novedoso porque lo que muestra es la incapacidad, no solamente de los abuelos de llegar a fin de mes, sino también de los hijos de poder ayudarlos. Entonces, es una situación muy compleja y nosotros desde el municipio decidimos, y lo vamos a seguir haciendo, poner todo nuestro esfuerzo y todas nuestras herramientas para asistir y acompañar a esa organización comunitaria y social tan importante en nuestros barrios.
-¿Y cómo ves el escenario para el 2025?
-Muy complicado porque no veo que el gobierno tome nota de todas estas referencias sobre las que venimos conversando. No solamente eso, sino que entiendo que son variables que no tienen intención de mirar y analizar, ni de corregir. No veo un proceso reflexivo por parte del gobierno nacional. Todos lo tenemos. Yo creo que en Pilar hemos hecho el mayor esfuerzo, el mejor esfuerzo y hemos llevado adelante la gestión con todo nuestro ímpetu, decisión y pensamiento y corazón para que las cosas salgan bien, también uno en ese proceso tiene que reconocer que tiene errores, falencias, que le faltan realizar cosas. Y eso nosotros por lo menos intentamos reanalizarlas o volver a pensar cada año para planificarlo y corregir lo que hicimos mal. Sin lugar a dudas, si uno habla con los pilarenses, debemos tener miles de errores y ojalá que los podamos ver y los podamos corregir. Eso no nos quita el mérito de las cosas que hemos hecho bien. El gobierno (nacional) no entiende que muchas veces nosotros desde la realidad señalamos cosas con el ánimo de construir una Argentina mejor y se cierra en su idea dogmática del ajuste y el ir contra la casta.
Fuente: Pilar de Todos