A 127 años de su inauguración, se está restaurando por completo la fachada y se colocarán nuevas rejas y luminarias, entre otros trabajos.
La Catedral de San Miguel volverá a tener el mismo color gris claro con el que se inauguró en 1895. A 127 años de aquel día, comenzó la gran renovación y puesta en valor de esta histórica construcción.
Se trata de una importante obra que comprende un minucioso trabajo de restauración de las molduras y mampostería de la fachada, que permitirá volver al mismo gris claro original de la Catedral.
Además, la puesta en valor comprende la restauración de la aguja del campanario, nuevo piso en el atrio, rejas y nueva iluminación. Y, una vez concluidas estas tareas, se va a unificar el color de la fachada de la Catedral con el de la santería y la casa parroquial.
Por último, en una segunda etapa, el municipio ensanchará y renovará toda la vereda, utilizando el espacio que ocupa la dársena que existe actualmente y trasladando también los canteros.