El abandono y la posible discontinuidad del programa Pro Huerta por decisión del gobierno nacional de Javier Milei genera preocupación entre los productores de la agricultura familiar en Escobar y en toda la comunidad local.
Este programa nacional, respaldado por el INTA, está presente en el distrito desde 1998 y experimentó un crecimiento exponencial en 2020, a partir de las políticas del intendente Ariel Sujarchuk, que incluyeron la creación de la primera huerta agroecológica municipal y del programa Escobar Sostenible para facilitar, entre otras acciones, la distribución del kit de semillas, acercar alimentos saludables a los vecinos y brindar distintas capacitaciones.
Este programa, que centrándose principalmente en el cultivo de hortalizas, capacitó a 25.000 personas y asistió a más de 2.000 productores en la zona durante los últimos 10 años, también tiene una destacada participación de mujeres (el 75% de las y los promotores son mujeres).
Alicia Alegre, una colaboradora activa durante 27 años, explicó: “El Pro Huerta va más allá de la simple entrega de semillas, promovemos y respaldamos la autonomía alimentaria y eso genera un importante ahorro económico para las familias”. En tanto, el ingeniero agrónomo Matías Olivieri, otro colaborador del programa, señala: “Es una de las pocas herramientas disponibles que permite a los vecinos cultivar sus propios alimentos en sus hogares. Su cierre refleja una política clara en contra de la agroecología y la diversidad de alimentos saludables”.