Hogar Dulce Hogar presentó su película a teatro lleno

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Una jornada emotiva se vivió en el Teatro Municipal de José C. Paz. Al cumplirse un año desde su inauguración, Roby Denuchi y su esposa, fueron quienes presentaron la historia de este lugar para gente en situación de calle.

Calor humano. Eso fue lo que se vivió en una noche cargada de emociones. El mismo calor humano que se vive día a día en Hogar Dulce Hogar. Eso que lo hace sentir como una casa propia para cada uno de aquellos que están allí y para aquellos que pasaron. Son más de 200 personas las que encontraron en este lugar el vínculo que tanto se necesita para poder reintegrarse a la sociedad.

Cada historia es diferente pero al mismo tiempo parecidas al final de cuentas. El olvido y la indiferencia se mezclan en la vida de cada uno de los que encontraron su hogar pasajero en este lugar. «Cumplimos un año y la verdad es que estamos muy contentos. Hicimos muchos sacrificios, esfuerzo y no hay mejor manera que festejarlo presentando nuestra historia con una película», aseguró Roby Denuchi. Y continuó diciendo: «La idea surge luego de que un colega de ustedes nos propusiera la posibilidad de contar lo que vivimos día a día. Nos pareció interesante mostrar lo que hacemos pero al mismo tiempo como muchas personas que se sienten olvidadas pueden recuperar sus sueños y su vida».

Solidaridad, trabajo en conjunto, inclusión, capacitación, son algunas de las palabras que definen a Hogar Dulce Hogar. De alguna manera se busca que cada uno de los residentes no vuelvan a estar vulnerables. Por el contrario, que tengan la chance de volver a ser activos. Y se logra.

Ruth Gisele Barrios es una de las mujeres al frente del hogar. Está acompañada por un equipo que entrega todo sin pedir nada a cambio. Ella, al igual que el resto, siente y dice:«Esto es un sueño que teníamos con mi marido, Roby Denuchi. Nuestros hijos también nos apoyan. Ellos al igual que mucha gente, muchos que no conocíamos, se desprendieron de objetos personales y de ropa que hicieron bien a muchas de las personas que asisten al hogar y otras que no. Porque no solo trabajamos con aquellos que reciben nuestra ayuda aquí. También salimos a recorrer barrios y provincias tratando de dar una mano».

Para muchos sin dudas habrá sido una locura. El crear un hogar para gente en situación de calle genera muchas responsabilidades y obligaciones. Un país que presenta inconvenientes económicos permanentes no brinda el respaldo necesario para llevar adelante un proyecto como Hogar Dulce Hogar. Sin embargo, todo esto, poco importó al Consejal paceño e hijo del recordado dirigente peronista Juan Carlos Denuchi.

«Pasaron más de 200 personas por el hogar. Estamos orgullosos de todo lo que logramos. Lo hicimos en familia y con el apoyo de amigos y vecinos. El poder cambiar la realidad de las personas que se encuentran olvidadas en la calle nos hace mejor personas. Ayudar nos hace mejores seres humanos. Mi viejo siempre me dijo que hay que pensar en el que menos tiene y trato de seguir ese camino. Desde arriba seguramente me estará mirando y estará feliz de este presente», afirma Roby Denuchi.

Y en definitiva es cierto. El ayudar a las personas es una de las claves de la vida para ser mejores. Y si se hace en familia mucho más. Por eso la emoción de una noche fantástica. Teatro lleno, sueño cumplido, gente que encuentra su camino en la vida, y una familia enfundada en un abrazo que pinta de cuerpo entero el orgullo de ayudar al que más lo necesitan. Más allá de los sacrificios y dificultades. Porque como aseguró Ruth: «Un día en el hogar es una eternidad», pero tiene su premio, porque no hay nada mejor que ayudar al que menos tiene. Y Hogar Dulce Hogar lo sabe.

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