Un estudio asegura que más de 700 mil habitantes de la Provincia no cuenta con desagües domiciliarios, un 51,8% de la población. La cifra a nivel nacional ronda el 30 por ciento. El problema afecta no sólo a los más desfavorecidos: también a clases bajas y medias.
El drama de la falta de cloacas quedó una vez más retratado en un informe dado a conocer por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que asegura que el problema afecta a más de 700 mil bonaerenses, el 51,8% de la población.
«La mitad de las familias del Conurbano bonaerense no cuenta con una red de conexión cloacal a sus hogares, un servicio que disminuye la probabilidad de contraer enfermedades infecto-contagiosas y cuya ausencia atenta contra la calidad de vida de la gente.Este drama abarca a unas seis millones de personas», asegura el trabajo de la UCA.
El trabajo explica que, si bien la carencia bajó un 6% en los últimos cinco años, «el de los desagües domiciliarios en el GBA está lejos de ser un problema resuelto, ya que por cada persona que cuenta con el servicio hay otra que no tiene acceso», un problema que no sólo afecta a los grupos más vulnerables sino también a sectores de clase media y baja».
La problemática, añade el estudio, es muy superior al panorama que se presenta a nivel nacional, donde el déficit ronda al 30% de los hogares de centros urbanos, prácticamente con 20 puntos porcentuales de diferencia.
Juan Bonfiglio, investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina, aseguró a Diario Popular que “el Conurbano no es la única zona que tiene este problema, pero sí el que lo padece en mayor magnitud”.
“Tiene que ver con el tipo de aglomeración, el nivel de población y cómo se fue conformando este territorio, donde se fue llevando a cabo una expansión sin una planificación urbana y sin la inversión necesaria en servicios para resolver esta demanda”, añadió el experto.
El relevamiento demostró, además, que el porcentaje de hogares sin cloacas se incrementa a medida que desciende el nivel socioeconómico y la condición sociorresidencial, dos factores que resultan determinantes.
Fuente La Tecla
