En Casa Rosada consideran que están los votos para la media sanción, aunque se mantienen expectantes respecto al rol de los aliados.
El presidente Javier Milei sigue de cerca el devenir de una de las jornadas más importantes de su mandato: los diputados debaten y deberán votar el paquete de reformas contempladas en la Ley Ómnibus. Hasta ahora, lo hace desde la quinta de Olivos, como todos los miércoles, donde se recluye en compañía de su hermana, Karina Milei, la funcionaria más influyente del Gabinete.
“Se termina la novela”, se esperanzan en Casa Rosada, y prometen que el megaproyecto “sale como sale”. En tanto, el mandatario supervisa la discusión sobre el futuro de su administración y monitorea la movilización convocada por Unidad Piquetera prevista para las inmediaciones del Congreso de la Nación en rechazo a su normativa.
Se encuentra solo, en compañía de la secretaria secretaria General de la Presidencia, pero no se descarta que se sume alguno de los colaboradores que operan como nexos con lo que se está discutiendo en el Congreso.
Desde su presentación hasta hoy, el primer día de la sesión, los delfines políticos a cargo de dialogar y negociar con los opositores fueron el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, flamante profesional autónomo de la Secretaría General de la Presidencia.
Con los diputados en pleno debate, el Poder Ejecutivo les hizo llegar un mensaje publicado en la cuenta de X, exTwitter de la Oficina del Presidente. “Hoy la política tiene la oportunidad de empezar a revertir el daño que le ha causado al pueblo argentino. El Gobierno Nacional ha escuchado toda recomendación y objeción”, reza la comunicación.
En la misma línea, remarca que «ahora es responsabilidad de los señores diputados promover las reformas planteadas en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, cada una de ellas fundamentales para liberar las fuerzas productivas de nuestra Nación y recuperar nuestro futuro”.