Para no caer en la pobreza requirió $54.366 y para no caer en la indigencia más de $28.791. Como el mayor alza de precios se registró en el rubro alimentos, los sectores más vulnerables fueron los más afectados.
Una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos hijos, necesitó en enero de un ingreso de más de $83.499,63 para no dejar de formar parte de la clase media de la Ciudad de Buenos Aires, como consecuencia del alza de precios registrada en los principales componentes de esa canasta. Así lo informó este martes la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
Para no ser considerada pobre requirió de más de $54.366,61, cifra que significó un incremento del 4,2% con relación a diciembre; mientras que para no ser indigente necesitó de más de $28.791,12, es decir que subió 5,4% en la misma comparación de períodos. En el primer caso, la suba fue de $15.217 pesos respecto de un año antes, mientras que en el segundo, se sumaron $8889.
Al igual que el relevamiento a nivel país que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) una vez más los sectores más vulnerables fueron los más afectados por la suba de precios. Mientras que la canasta de pobreza creció 38,9% en relación con enero de 2020; la de indigencia lo hizo un 44,7%. La estadística oficial refleja la fuerte suba que vienen teniendo los artículos de primera necesidad, incluidos los alimentos.
Las canastas se diferencian por los precios que se relevan. Mientras que la de indigencia contempla solamente a los alimentos básicos; la de pobreza incorpora otros artículos primera necesidad, pero no el alquiler de la vivienda.
Las estadísticas relevan también los ingresos más altos, cuando esa misma familia supera los $267.198,80 deja de ser clase media para convertirse en un sector acomodado de la sociedad.