Por su parte, desde la prestigiosa Fundación Nano aseguraron que «este evento tiene una particulareidad, que es correr con los ojos vendados. Se siente temor, una constante expectativa de peligro, y los brazos tendidos manotean el aire oficiando de escudo. Muchos de los atletas y aficionados que se animan a participar de la Maratón de concientización sobre la ceguera, en nuestro querido San MIguel, se vieron obligados a entregarse a la confianza».
En síntesis, mientras completaban la carrera participativa de 500 metros, sentían por primera vez cómo es ser ciego, rodeados de otros participantes en iguales condiciones.
Además de la competencia tradicional, el CUCAIBA (Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la provincia de Buenos Aires) anotará futuros donantes de órganos. «El trasplante de córnea es la única forma para muchos pacientes ciegos de volver a ver», explica la directora de la Fundación Nano.