El estrés laboral afecta cada vez más a las personas e influye en su rendimiento. Realizar un descanso durante la jornada de trabajo brinda una “inyección de adrenalina que permite seguir con el día”, aseguró la Dra. Ainhoa Piermattei del Hospital Universitario Austral.
La pausa activa es el descanso que se realiza durante la jornada laboral para ejercitar el cuerpo, estirar los músculos y aliviar las tensiones causadas por el estrés. La Dra. Ainhoa Piermattei, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral, aseguró que “se trata de movimientos sencillos con el fin de utilizar el cuerpo y evitar el desgaste. Hacer una pausa dentro de la jornada laboral va más allá de tomarnos un recreo, resulta altamente beneficioso para el trabajador y no genera costo económico”.
¿Para qué sirve la pausa activa?
“Está comprobado que cuando realizamos alguna actividad con el cuerpo, esto nos distiende e incluso se liberan una serie de neurotransmisores que nos motiva y nos da esa inyección de adrenalina que necesitamos para seguir el día”, explicó la Dra. Piermattei. Y agregó: “Además, nos ayuda a tener un mejor descanso”.Distiende las tensiones corporales y enseña ejercicios para mejorar las contracturas o dolores frecuentes y evitar su reaparición.
Aumenta la creatividad, mejora el rendimiento laboral y, por sobretodo, disminuye el estrés laboral y refuerza la autoconfianza.
Disminuye las lesiones.
Los empleados perciben el compromiso, lo valoran y refuerza el sentido de pertenencia
Los empleados se vinculan desde un lugar diferente, alegre y saludable. Mejora el ambiente laboral.
Recomendaciones
La Dra. Piermattei detalló las actividades a realizar para la pausa activa y explicó que es importante que los ejercicios se adecuen al lugar de trabajo:Caminar, no pasar más de dos horas seguidas sentado, en la misma posición. Elegir, siempre que se pueda, las escaleras.
Pararse cada 30 minutos. En caso de ser posible, se pueden retirar los zapatos y apoyar los pies sobre una pelotita para aliviar tensiones.
Levantar el monitor hasta la altura de la vista, ya que el estar encorvado puede aumentar la fatiga en la espalda y el cuello.
Desperezarse y movilizar los ojos, cambiar el enfoque ayuda a descansar la vista. Se pueden colocar lágrimas oftalmológicas para tener los ojos bien hidratados.
Aliviar contracturas colocando una pelotita de tenis entre la espalda y el respaldo o sentarse sobre las manos aliviando tensión de los isquiones (pelvis).
Tomarse el tiempo para una adecuada alimentación e hidratación, no realizarlo mientras se está trabajando.
Regular la posición de la silla y/o escritorio para que el codo quede más elevado que la muñeca, así se evitará el desarrollo de tendinitis tanto de codo como de muñeca.
Cuando se utilice el mouse, colocar el brazo sobre la mesa apoyándolo desde el codo, no solo la mano sobre el mouse.
Sentarse cómodo en la silla, con los isquiones bien atrás (distribuyendo el peso sobre ellos) para que la cintura quede contenida por el respaldo.
Si es posible, colocar una almohada pequeña entre la espalda y el respaldo así la zona de apoyo es completa.
Evitar cruzar las piernas, trabar los pies en la silla y recostarse en el asiento: los ángulos de 90º entre espalda y piernas, muslos y pantorrillas, pantorrillas y pies, evitan dolores de cintura y reducen la posibilidad de desarrollar tendinitis.
Desde la OMS aseguran que “el estrés laboral es uno de los principales problemas para la salud de los trabajadores”. Por eso, es importante realizar una pausa activa durante el trabajo.