Los exámenes médicos anuales permiten a cada uno conocerse y controlar su salud. A partir de los 50 años, los hombres deben agregar algunos chequeos más específicos para detectar posibles enfermedades. La Dra. Celeste Berecoechea, del Hospital Universitario Austral, explica cuáles son y la importancia de personalizar al paciente.
El “control de rutina” o “examen periódico de salud” (EPS) es un conjunto de prácticas orientada a determinar la existencia de factores de riesgo para enfermedades prevenibles. Sirve para educar al paciente en relación a estos riesgos y es considerada como una gran oportunidad de mejorar la salud. En tiempos de pandemia, si bien muchos de los controles presenciales se deben reprogramar, la consulta virtual sigue siendo una opción para estar cerca del paciente y guiarlo en su salud.
La Dra. Celeste Berecoechea, Jefa del Servicio de Medicina General Ambulatoria del Hospital Universitario Austral, explicó que se trata de la “realización de una historia clínica completa, con los antecedentes personales y familiares de relevancia, los hábitos de la persona, su contexto social, la medicación que habitualmente recibe y su estado de salud percibido”. Y detalló que “no se trata de darle a todos los pacientes los mismos controles y estudios de rutina, sino que se necesita establecer un vínculo cercano con el paciente, individualizando los riesgos personales y brindando seguimiento en el tiempo”.
Y agregó: “Una pregunta frecuente de pacientes mayores de 40 o 50 años es la necesidad de hacer controles prostáticos. Esto es un tema controvertido que debe hablarse individualmente con cada paciente, teniendo en cuenta los síntomas si los tuviese, la historia personal y familiar de problemas prostáticos”. Estos pacientes se encuentran dentro del grupo etario que también debe realizarse el control de peso y altura; análisis de laboratorio; y se buscará posible padecimiento de depresión y/o alcoholismo encubierto.
Otra recomendación para estos pacientes es la realización de algún método de detección de cáncer de colon, por ejemplo a través de una videocolonoscopia. “De todas maneras, cuando una persona tiene antecedentes personales de pólipos o antecedentes familiares de cáncer de colon, el médico considerará particularmente cuándo se inicia el chequeo”, aseguró la especialista.
El EPS tiene fundamentalmente tres momentos: la verificación del estado de inmunización del paciente (vacunas); el couseling o los consejos para prevenir situaciones de riesgo y mejorar la salud en general; y el screening o rastreo de enfermedades prevalentes.
“Las vacunas se indican según la edad, el sexo y los factores de riesgo para una determinada condición. Los consejos contemplan temas varios como ser mejorar la alimentación, realizar actividad física, usar el cinturón de seguridad o abandonar un hábito toxico. Y las determinaciones que se realizan en la población general depende de las principales causas de muerte de un determinado grupo etario, y es diferente por edad y sexo”, afirmó la Dra. Berecoechea.
El objetivo de los controles rutinarios, detalló la Dra. Berecoechea, es que “las personas puedan, a su tiempo, tener autoconocimiento de su cuerpo, de sus condiciones, y ver cómo mejorarlas para impactar en su calidad de vida”.
