Tanto el presidente Alberto Fernández como el ministro de Educación Nicolás Trotta cuestionaron la decisión de estos tres distritos de retomar la presencialidad en las aulas.
El presidente Alberto Fernández advirtió este lunes que la decisión de la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza de retomar la presencialidad en las aulas es «jugar con fuego» al representar ese movimiento el 25% de la circulación de personas, uno de los factores que el Gobierno nacional intenta morigerar para evitar que continúen en aumento los casos de coronavirus.
«Es jugar con fuego. Lamento que ese fuego va a quemar a los argentinos y las argentinas de esos lugares«, expresó el primer mandatario esta mañana en una entrevista con Radio Splendid.
Desde este lunes, tanto la Ciudad de Buenos Aires, como las provincias de Mendoza y Córdoba retomaron las clases presenciales luego de los nueve días de restricciones más estrictas ordenadas por el Ejecutivo nacional, incumpliendo el DNU vigente que establece la prohibición de esta modalidad educativa en las zonas del país consideradas como de alarma o alerta epidemiológica.
Trotta apuntó al riesgo para la salud de la comunidad educativa
La decisión de estos tres distritos de mantener las clases presenciales también fue cuestionada por el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta.
«Es inentendible. Se está poniendo en riesgo la salud de toda la comunidad educativa y a toda la sociedad«, dijo el titular de la cartera de Educación en diálogo con El Destape Radio.
Agregó que «lo que plantea el DNU es despartidizar cualquier discusión sobre la presencialidad» y dijo que es necesario «poner en suspenso la presencialidad frente a la situación de alarma epidemiológica con variables objetivas».
«Córdoba tiene una tasa de incidencia peor que la de la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza no está en zona de alarma epidemiológica, pero sí en lo que hace a la ocupación de camas».
Esos datos objetivos, dijo el Presidente, demuestran que «no es un hecho caprichoso» del Gobierno nacional el establecer la no presencialidad en las aulas para «arruinar la vida a los cordobeses, a los porteños o a los mendocino», sino que se basa en datos y riesgos concretos.