Estos índices preanuncian una suba de la pobreza durante el segundo semestre del año.
La canasta alimentaria se disparó a un récord del 17% en agosto, muy por encima del 12,4% de inflación informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) .
En tanto, la canasta básica creció 4,3% y así, una familia tipo necesitó $284.687 para no ser pobre y $130.590 para no ser indigente.
Ambas canastas crecieron a un ritmo muy por encima del costo de vida, como consecuencia del impacto de la fuerte alza en los precios de alimentos y bebidas.
Estos índices preanuncian una suba de la pobreza durante el segundo semestre del año.