En el marco del Día Internacional de la Mujer, la empresa de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) lanza un campaña que explica lo importante que es redistribuir las tareas domésticas y de cuidado con igualdad, para que no recaigan sólo sobre las mujeres. “Naturalicemos la igualdad en las tareas del hogar”, enfatiza el slogan final.
Al respecto, Malena Galmarini, presidenta de AySA, expresó: “Las mujeres son, en su mayoría, quienes administran el agua en sus hogares, es fundamental que este día sirva para comenzar a atender las desigualdades de género con las que convivimos a diario. Las mujeres necesitamos más tiempo para desarrollarnos personal y profesionalmente, y es ahí en donde debemos poner el foco. Por eso hace un año, apenas se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, desde AySA promovimos que la licencia de cuidados se implemente de forma compartida, con el objetivo de desarticular el hecho «natural” de que sea la madre quien debe responsabilizarse por las tareas de cuidado en el hogar”.
Según un informe realizado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, las tareas domésticas y de cuidado constituyen el 16% del PBI y el 75,7% de ellas son realizadas por mujeres. Se estima que las mujeres argentinas le dedican más de 96 millones de horas diarias a estas tareas, sin ningún tipo de remuneración pero con un gran costo en términos de tiempo.
El informe también analiza cómo esta situación se vio agravada con la pandemia: mientras muchos sectores productivos presentaron caídas en su nivel de actividad, el trabajo de cuidados, por el contrario, aumentó su nivel al 21,8% del PIB y mostró un aumento de 5,9 puntos porcentuales con respecto a la medición «sin pandemia”.
Según otra encuesta realizada por UNICEF en octubre del 2020, el 57% de las mujeres en hogares con niños, niñas y adolescentes indicaron sentir mayor sobrecarga en la organización del hogar que al inicio de la pandemia. Y solo 1 de cada 2 trabajadores cuenta con acceso a licencias por maternidad o paternidad.
En consecuencia, para promover en los varones el interés de involucrarse en las tareas de cuidado, fue clave impulsar a nuestros trabajadores a que tomen y se apropien de estas licencias tan necesarias para modificar la cultura en la que vivimos. Todas las políticas de género que se llevan adelante desde AySA están pensadas no solamente para el ámbito interno de la empresa, sino para que nuestros trabajadores y trabajadoras se conviertan en actores de cambio en sus ámbitos familiares y comunitarios. Se trata de acompañar con políticas empresariales, como también públicas, la creación de rutinas que sean realmente compartidas y que no refuercen estereotipos de género.
Desde que Galmarini asumió en AySA, se creó un área especializada en género transversal a toda la empresa que promueve tanto la prevención, como el tratamiento, gestión y respuesta adecuada y oportuna frente a las denuncias que pudieran presentarse ante situaciones de acoso y violencia laboral, como también de violencia doméstica.
Además de haber capacitado a todo el personal jerárquico bajo la Ley Micaela, la empresa propone reflexionar, profundizar y reconocer la violencia de género en actitudes cotidianas, muchas veces invisibilizadas o naturalizadas. En ese sentido, todas las comunicaciones de la empresa, tanto internas como externas, se realizan bajo el uso no sexista de la lengua. Además, se comenzó a mirar la nómina de la empresa con perspectiva de género, aplicando un plan de acción de cargos y funciones con la paridad como objetivo.
“Hoy las más de 7.000 personas que conformamos esta gran familia sanitarista, ya comenzamos a cambiar nuestra mirada”, finalizó Galmarini.