La vicepresidenta escribió un durisímo texto en conmemoración al décimo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner y al cumplirse un año de las elecciones que consagraron presidente a Alberto Ferández.
La vicepresidenta Cristina Kirchner consideró este lunes que el funcionamiento de una economía «bimonetaria» es el «problema más grave que tiene nuestro país» a la vez que deslizó críticas a algunos funcionarios del gobierno nacional, pero defendió la posición del presidente Alberto Fernández y cuestionó fuertemente a los empresarios, en una publicación para conmemorar los diez años de la muerte de su esposo Néstor Kirchner y a un año del triunfo electoral.
La carta que subió la ex presidenta a su cuenta oficial de Twitter, tiene un extenso encabezado sobre la situación actual que vive la Argentina por lo problemas económicos heredados, que fueron agravados por la pandemia: «Sin embargo, aún en este marco de incertidumbre por la pandemia global y a casi un año de gobierno, sí podemos llegar a algunas certezas, al menos en el campo de la política», subrayó previo a las tres certezas desarrolladas.
En la «primera certeza» Cristina Kirchner habló de las críticas sobre sus «formas» que recibió durante sus dos mandatos como titular del ejecutivo nacional: «‘No escucha’, ‘es confrontativa’, ‘no dialoga’, ‘no habla con los periodistas’, ‘no responde preguntas'», enumeró y acto seguido, aseguró: «Por supuesto, nunca creí que ese fuera el problema».
Luego remarcó las características, supuestamente contrarias a las de ella, de Alberto Fernández que lo dilapidaron como la mejor opción para encabezar la fórmula del Frente de Todos que triunfó en las elecciones del 27 de octubre. «Sus características personales y su experiencia política al lado de Néstor, signadas por el diálogo con distintos sectores, por la búsqueda de consensos, por su íntimo y auténtico compromiso con el Estado de Derecho -tan vulnerado durante el macrismo-, su contacto permanente con los medios de comunicación cualquiera fuera la orientación de los mismos y finalmente su articulación con todos y cada uno de los sectores del peronismo que, dividido, nos había llevado a la derrota electoral».
Y realizó una defensa de la gestión del Presidente, pero deslizó un cuestionamiento hacia algunos funcionarios y una fuerte crítica hacia el empresariado argentino. «En este marco de derrumbe macrista más pandemia, quienes idearon, impulsaron y apoyaron aquellas políticas, hoy maltratan a un Presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los ‘defectos’ que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión», expresó.
Y agregó: «El punto cúlmine de ese maltrato permanente y sistemático, se produjo hace pocos días en un famoso encuentro empresario autodenominado como lugar de ideas, en el que mientras el Presidente de la Nación hacía uso de la palabra, los empresarios concurrentes lo agredían en simultáneo y le reprochaban, entre otras cosas, lo mucho que hablaba».
Entonces la primera conclusión fue que: «A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al Gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó».
En tanto, en la «Segunda Certeza» la dirigente política del peronismo reflexionó sobre las teorías que agitan algunos medios de comunicación y una parte de la oposición. «‘Alberto no gobierna, la que decide todo es Cristina’, ‘rencorosa y vengativa’, que sólo quiere solucionar sus ‘problemas judiciales'», enumeró.
En cuando a sobre quién toma las decisiones actualmente, Cristina manifestó: «Debo reconocer que son poco creativos. El relato del ‘Presidente títere’ lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí».
Sobre el segundo item, sostuvo: «A nosotros nunca nos movió el rencor ni la venganza. Al contrario, la responsabilidad histórica y el deber político para con el pueblo y la Patria guiaron todas y cada una de nuestras decisiones y acciones».
En cuanto al tercer punto, expresó: «Lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios. Resulta insoslayable señalar que utilizan el eufemismo ‘problemas judiciales’ para ocultar lo que hicieron en Argentina y en la región con el Estado de Derecho: se lo llevaron puesto para proscribir a los líderes populares», y habló sobre el «Lawfare», y da como ejemplo el golpe de estado que sufrió Evo Morales y acusa a la OEA de apoyarlo.
Y concluyó: «Segunda certeza: en la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale qué intereses lo o la mueven».
En la tercera, y última, certeza realizó un extenso análisis sobre la crisis económica que dejó la administración anterior, la vuelta al FMI, el grave problema que existe con los dólares y la falta de confianza en la moneda nacional, y afirmó que hay una «evidente extorsión devaluatoria».
«Hoy, luego del derrumbe macrista y en plena pandemia, y pese a no tener obligaciones de pago en moneda extranjera en lo inmediato gracias a la reestructuración de deuda llevada a cabo por el Gobierno, con superávit comercial y mayor nivel de reservas en el BCRA que cuando terminó mi gestión, continuamos con la restricción externa de esa moneda -o faltan dólares o hay demasiada demanda- a la que se suma una más que evidente extorsión devaluatoria», remarcó.
Y finalizó este fragmento señalando: «Tercera certeza: la Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla».
Para cerrar su escrito, Cristina Kirchner le agradeció a los argentinas y argentinas «las muestras de reconocimiento, cariño y amor hacia quien fuera mi compañero de vida«, de cara al décimo aniversario de su fallecimiento.
«Y especialmente a Alberto, tanto por la decisión de repatriar la figura de bronce de Néstor que alguna vez emplazamos en la sede de la UNASUR en Quito, allí en la exacta mitad del mundo, como la de su nuevo emplazamiento en el hall del Centro Cultural Kirchner. Sinceramente, es una caricia al alma«, concluyó.