La ex jefa de Estado eligió un contexto de fuerte presión judicial en su contra para reaparecer en la Universidad Nacional de Río Negro, y lo hará en momentos en que su relación con Alberto Fernández atraviesa una de sus peores fases.
La activación en la última semana de la campaña para «romper la proscripción» de Cristina Kirchner amplificó la gravitación y centralidad de la figura de la vicepresidenta en la tironeada interna del Frente de Todos, y más aún luego de la difusión de los argumentos del fallo en su contra por la causa de la obra vial.
La ex jefa de Estado eligió este contexto de fuerte presión judicial en su contra para salir de las penumbras y marcar la cancha con una presentación pública en la Universidad Nacional de Río Negro, donde será condecorada con un doctorado honoris causa. Será a las 18:00 en la sede Atlántica de la casa de estudios, en Viedma, donde 1200 invitados, entre académicos y funcionarios, podrán seguir los avatares del discurso in situ, mientras que se espera que la militancia «banque los trapos» en el exterior del edificio.
Reaparecerá en momentos en que su relación con Alberto Fernández atraviesa, otra vez, una de sus peores fases, con inocultables discrepancias sobre la estrategia electoral, en una batalla en la cual desde un lado y el otro se tiran con todo el arsenal a mano, desde insidiosos «off te récord» hasta descalificaciones a cielo abierto.
La principal activista de la coalición gobernante se mostrará lejos de la Ciudad de Buenos Aires, en la seguridad de la Patagonia, para encabezar una conferencia que tendrá pavada de título «¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política’». Es decir, una amplia paleta de temas en los que la vicepresidenta cargará las tintas.
Pero más allá de esos tópicos, también hay expectativa sobre lo que Cristina Kirchner vaya a decir de las más de 1600 páginas con los fundamentos del fallo que escribieron los jueces del Tribunal Oral Federal 2 para justificar la condena a seis años a prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Esto último, que en el kirchnerismo equiparan con una «proscripción», estará en el centro del debate del plenario de la militancia que mañana encabezarán en la sede de la UTN de Avellaneda el gobernador Axel Kicillof, y el jefe de La Cámpora y del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. Ocurrirá en el 50° aniversario de las elecciones ganadas por Héctor Cámpora, tras 18 años de proscripción del peronismo.
Participarán del plenario y del acto posterior las agrupaciones que componen la coordinadora «La Patria es el Otro», que articula Andrés «Cuervo» Larroque, La Cámpora, los gremios combativos de la CTA y de la Corriente Federal de Trabajadores, fuerzas territoriales vinculadas a intendentes K, y el Frente Patria Grande de Juan Grabois.
Durante la jornada terminará de pulirse la redacción del documento cuyos trazos gruesos ya están plasmados en un borrador. Más allá de clamar por la candidatura presidencial de Cristina Kirchner, el escrito cristalizará «los lineamientos programáticos» de lo que debería ser un próximo gobierno peronista, para no repetir la experiencia de la gestión actual, con la cual se sienten decepcionados.
De hecho, es probable que durante el acto puedan filtrarse críticas hacia Alberto Fernández, quien mandó a decir por diversos canales que no se va a bajar de la carrera por la reelección hasta que se lance algún candidato que mida mejor que él en el Frente de Todos. Desde el kirchnerismo, están presionando indisimuladamente para que se baje. Lo hizo por ejemplo Larroque, quien juzgó inconveniente una candidatura del presidente y aseguró tener «dudas» de que «tenga intenciones de que el peronismo gane».
Desde la Casa Rosada salieron al cruce y hablaron de un «operativo demolición» de la figura del presidente, pero evitaron escalar el conflicto. En el kirchnerismo acusan a Fernández de usurpar el espacio de representación del Frente de Todos, donde le recuerdan que la dueña de los votos es Cristina Kirchner, quien la puso en el lugar donde está.
En ese sentido, para ganar terreno en la interna oficialista, desde los espacios cercanos a Cristina Kirchner buscan expandir el radio de representación del kirchnerismo con demostraciones de fuerza, para hacerle notar a Alberto Fernández y a otros sectores del peronismo que están en franca minoría y que deben ceder.
«El kirchnerismo necesita expandirse porque hubo una dinámica que terminó siendo cada vez más cerrada. Entonces la representación se vio también muy esmerilada», reflexionaron fuentes de «La Patria es el Otro» en diálogo con NA.
«Me parece que lo que intentan hacer los que participan del armado de esto es ampliar el kirchnerismo, hacer una convocatoria más grande. Lo que tratan de hacer es ampliar esa base, volver a construir un nivel de representación mayor que entre otras cosas permita romper la proscripción de Cristina», agregaron.
Fuente: NA