No fue una semana más. Los reportes que llegaron a diario comenzaron a mostrar día tras día aumentos en los casos. El mayor número fue el jueves con 6.127 positivos en 24 horas. Este sábado el recuento bajó de los cinco mil sumando 4.814 y 86 fallecidos. Las camas de terapia intensiva ocupadas en el AMBA llegan el 63,3%. ¿Qué puede marcar esto? ¿Se podrá seguir abriendo la cuarentena paulatinamente en la región metropolitana o se deberá volver atrás desde la próxima semana para bajar los contagios?
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, remarcó esta semana que si se disparan los casos no quedará otra alternativa que retroceder a una fase más estricta para evitar el colapso sanitario. Voceros de la provincia afirmaron que “no hay número mágicos” para determinar cuál sería el punto de quiebre y volver atrás porque “el virus está circulando y por eso hay más casos”.
La idea pasa por reforzar el mensaje de la responsabilidad individual y colectiva que se plasmó en el último anuncio: “Estamos en una instancia en la que no hay otra alternativa”, describen las distintas fuentes consultadas. De hecho en los últimos días se apuntó a frenar las reuniones familiares o entre amigos en el AMBA que continúan prohibidas.
“Hay cierta cantidad de gente que está cruzando familias y haciendo encuentros sociales en lugares cerrados y no es conveniente. Tenemos que evitar el encuentro con amigos o vecinos porque estamos en el momento más intenso”, dijo en la semana el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, desde sus clásicas conferencias de prensa.
Por su parte, una de las personas que está en la mesa de las decisiones afirmó que con estos números actuales no habrá retrocesos y que se continuará con el plan de apertura: “Hoy por hoy no hay cambios. Seguiremos igual. Sólo una duplicación de los números podría frenar la apertura planeada. Si, por ejemplo, la Ciudad pasa de 1.200 casos promedio a 2.400 sí vendrá una fase más estricta de nuevo”.
Es decir, la idea para de que se habiliten esta semana las salidas recreativas todos los días sigue vigente. También la vuelta de los abogados el lunes y los peluqueros el miércoles. Lo mismo sucederá en la Provincia, donde los estilistas comenzarán en varios municipios a abrir sus puertas el 27.
Otra fuente de la mesa chica le aseguró que “hay una demanda social y económica grande de apertura. Ya la gente no va a volver a una fase estricta, es difícil imponer algo más después de todo lo que le pedimos. Aunque hoy debemos ser responsables y evitar reuniones en lugares cerrados. La responsabilidad social es vital”. Además expresó que “no medimos solo la curva de contagios. También el R0 de cómo se propaga el virus. Hoy las camas no están al límite, no tenemos saturación y las guardias tampoco de llenan de gente, en base a esto se va a seguir con el plan, aunque desde ya que si hay un pico fuerte no quedará alternativa”.
Por su parte, voceros cercanos al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, contaron que “la Ciudad se prepara para una apertura programada, controlada y progresiva pero siempre coordinada con la Provincia. No se piensa en medidas aisladas. Todo es en equipo”. Y agregaron: “A ninguno le favorece que la Provincia tenga 4.000 contagios porque muchos vienen a trabajar a la Ciudad o a atenderse acá. Por eso tiene que ser todo a la par, siempre en equipo”.
La relación entre Larreta y el gobernador Axel Kicillof creció con la cuarentena y las medidas. Así le confiaron a este portal desde los equipos de trabajo: “Se escriben todos los días. Se comparten cosas que pasan en otros países para ver si se pueden aplicar acá. Comparten documentos con pruebas que dieron resultados en el mundo. En definitiva, hay una relación de trabajo en las líneas de abajo y entre ellos”.
Por otro lado, el apoyo a las medidas tomadas en estos cuatro meses persiste. Al menos eso reflejan los números del monitoreo constante que viene realizando el gobierno de Axel Kicillof desde abril hasta la fecha de cómo sienten la cuarentena quienes viven en la Provincia.
El último muestreo arrojó que un 76% está de acuerdo con la medida de aislamiento obligatorio dispuesta por el gobierno nacional y un 18% no. Otro 6% no sabe. En cuanto al futuro del aislamiento y la cuarentena un 31% optó por mantener el actual confinamiento. Un 28% dijo que deberían endurecerse las medidas. En cambio, el 29% contestó que la cuarentena debería ser más flexible. Sólo un 7% manifestó que debe levantarse. Por último, en cuanto a las preocupaciones, un 52% de los bonaerenses dijo que le intranquiliza más la salud, mientras que un 46% la economía.
La Fase 3 de la cuarentena en AMBA está en su punto medio. La semana comenzará con reuniones, números que se repasarán día a día para llegar al próximo viernes con una conclusión que marque cómo seguirá la vida en la zona más poblada de Argentina.
Fuente: minutouno