Existen distintos hábitos considerados saludables entre los que se debe incluir a la piel, el órgano más grande del cuerpo. “Una piel saludable puede lograrse y mantenerse”, afirmó la Dra. Agustina Fernández del Hospital Universitario Austral.
El cuidado de la piel, el órgano más grande del cuerpo, debe sumarse a los considerados hábitos saludables, como restringir el consumo de sal, hacer actividad física y beber agua.
La Dra. Agustina Fernández del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral, explicó que “una piel saludable puede lograrse y mantenerse. Existen diversos cuidados más allá de la edad, el sexo y la estación del año”.
La especialista detalló los tips más importantes para lograr el cuidado de la piel:
Evitar la exposición a la radiación ultravioleta. No sólo porque contribuye a desarrollar el cáncer de piel, sino también al envejecimiento prematuro de la misma. Esto significa la pérdida de colágeno y la creación de arrugas actínicas, manchas, rojeces. Lo ideal es evitar la exposición directa al sol entre las 10 y las 16 h, usar ropa con filtro, gorra, sombrero, lentes de sol con filtro y, en las áreas descubiertas, colocar protector solar +50 FPS de amplio espectro, es decir, que proteja contra los rayos UVB y UVA. Si se permanecerá al sol por más de dos horas, es fundamental renovarlo, ya que se degradan los filtros y la protección ya no es eficiente. En caso de realizar actividades recreativas, deportivas al aire libre o en el agua, existen algunos protectores diseñados especialmente para estas actividades que son más resistentes. De igual manera, no hay que olvidar la radiación que emiten las camas solares y la luz reflejada del mar, la arena y la nieve que contribuyen aún más al daño.
Humectar la piel. Con el paso de los años la piel se reseca, incluso algunas personas desde niños presentan la piel seca. Para ello se debe realizar un baño diario, corto, de 5-10 minutos como máximo, agua no muy caliente y utilizar jabones humectantes o syndets que no desregulen la barrera cutánea. Los jabones antisépticos o el milenario jabón blanco en pan, resecan y barren la flora habitual de la piel, conformada principalmente por bacterias y hongos buenos que nos protegen de los patógenos. Otra forma de mantener el factor humectante natural de la piel es colocándose cremas humectantes o emolientes luego del baño, que es cuando la piel está más reseca.
Cuidados de la piel en la cara. A los dos conceptos previos, utilizar protector solar y humectante, se agrega como cuidado básico la limpieza de la mañana y la noche. De esta forma, eliminamos la polución, las toxinas y los desechos que se acumulan en la superficie y los poros. Para ello, existen limpiadores adecuados para cada tipo de piel: eudérmica, seca, grasa, mixta, sensible, con patologías como la rosácea o el acné, que cada dermatólogo indicará teniendo en cuenta dichos aspectos.
La Dra. Fernández aseguró que “una consulta anual con el dermatólogo permitirá detectar lesiones a tiempo como el cáncer de piel y repasar las pautas de cuidado de la piel para mantenerla saludable”.