Las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández en el centro del debate. Con Javier Milei, el inicio del año se presenta díficil.
En noviembre de 2023, los salarios formales en Argentina, aumentaron solo un 6,3%, según el índice RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) y perdieron contra la inflación. Esto sin contar aquellos ingresos de trabajadores informales, que no tiene un gremio intermediando en paritarias.
Este aumento es significativamente bajo en comparación con la inflación del 12,8% registrada en el mismo mes. En los últimos cuatro meses, marcados por la devaluación del peso y un aumento en la inflación, los salarios formales crecieron un 37,6% frente a una inflación del 54,8%, lo que representa una pérdida del poder adquisitivo del 11,1%.
Para diciembre se prevé una caída mayor del salario real debido a una devaluación y un aumento en los precios, que podrían llevar la inflación a cerca del 25%, mientras que se espera que los salarios permanezcan estables.
Esta tendencia negativa podría continuar en enero, con una inflación proyectada entre el 20% y el 28%.
En términos anuales, hasta noviembre de 2023, el salario bruto promedio fue de $ 447.079,57, lo que representa un aumento del 130,2% en once meses, frente a una inflación del 148,2%.
Desde finales de 2015, el RIPTE muestra una disminución acumulada del 28% en el poder de compra de los salarios, con 20 puntos atribuibles al gobierno de Mauricio Macri y 8 puntos al de Alberto Fernández.
Cabe destacar que las compensaciones aplicadas desde octubre, como devoluciones fiscales o bonos no remunerativos, no afectan el cálculo del RIPTE, ya que este solo considera los ingresos sujetos a aportes de seguridad social.
Además, el aumento del piso salarial para el impuesto a las Ganancias a $ 1.980.000 desde octubre no se refleja en las estadísticas salariales.
El Ministerio de Trabajo señala que aunque el RIPTE no refleja completamente la evolución de los salarios en el empleo privado registrado, sí marca una tendencia.