El titular del Palacio de Hacienda espera por el desembarco del nuevo secretario de Política Económica, mientras se delimitan las funciones que tendrá y el rol que asumirá el extitular del Banco Central.
En medio de un panorama de tensiones internas y cambios en el Gabinete, el ministro de Economía, Luis Caputo, reorganiza su equipo tras la salida de Joaquín Cottani, que todavía se desempeña como secretario de Política Económica, y piensa en los próximos pasos para su gestión.
ottani renunció a su cargo por motivos personales, en tanto su familia vive en Nueva York y al funcionario le cuesta ir y volver para visitarlos con frecuencia. El candidato para reemplazarlo sería José Luis Daza, un economista que trabajó con el ministro de Economía, Luis Caputo tanto en JP Morgan como en Deutsche Bank.
Fuentes consultadas por este medio aseguraron que Cottani seguirá trabajando en el cargo hasta fin de mes, mientras su posible reemplazo -que vive afuera del país-, aún está organizando su agenda personal para definir si desembarca en el Palacio de Hacienda.
La renuncia de Cottani se produjo en un momento de alta tensión interna en el Gobierno, ya que se espera que en el corto plazo, Federico Sturzenegger, que no mantiene un buen vínculo con Caputo, asuma un cargo formal.
De todos modos y en un intento por calmar la inquietud, Milei aseguró en una entrevista con Jonatan Viale por TN que la relación entre Caputo, y el posible ingresante al gabinete, Federico Sturzenegger, se mantendría sin conflictos: “Nadie le va a tocar el culo a Caputo”, afirmó. Sin embargo, las especulaciones sobre la rivalidad entre los dos economistas no se disiparon del todo.
Aunque Milei insiste en que Sturzenegger se enfocará en la desregulación y modernización del Estado, mientras que Caputo manejará las empresas públicas en proceso de privatización, las diferencias sobre la delimitación de funciones y el rango ministerial generan malestar.
La relación entre Caputo y Sturzenegger nunca fue sencilla. Este último dirigió el Banco Central entre 2015 y 2018, renunció en medio de una crisis financiera, y fue sucedido por Caputo, cuya gestión también estuvo marcada por la inestabilidad económica. Este historial compartido generó especulaciones sobre posibles fricciones entre ambos, una hipótesis que Milei intentó desactivar públicamente.