Fabiola Yañez dice que las agresiones comenzaron en 2016 y acusa a Alberto Fernández por lesiones graves y abuso de autoridad

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Fabiola Yañez pidió este lunes ser querellante en la causa contra Alberto Fernández, y quiere que los hechos que le imputen al expresidente sean aún más grave que las lesiones leves.

En un escrito de veinte carillas, la exprimera dama sostuvo haber sido víctima de «lesiones graves doblemente calificada por el vínculo y perpetradas en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad». También quiere que Fernández sea acusado por amenazas coactivas. Hablo de «golpes con habitualidad» y de «violencia reproductiva».

Con la defensa oficialmente asumida por parte de la abogada Mariana Gallego, este lunes Fabiola Yañez estuvo en el Consulado argentino en Madrid, donde certificó su firma y avanzó con los trámites formales en el marco del expediente que se abrió la semana pasada contra el ex presidente de la Nación por presuntos hechos de violencia de género

La primera imputación contra Alberto Fernández en el marco de este caso, es por lesiones leves. La defensa de la exprimera dama no está de acuerdo con esa calificación y en función del detalle de los hechos sufridos pide que los delitos atribuidos sea aún más graves.

Los actos de hostigamiento que denunció Yañez tienen años acumulados. Según confirmaron fuentes judiciales, en lo que denominó una «Breve historia» la mujer explicó que las agresiones iniciaron mucho antes de los últimos años. Es decir: también, fuera de la quinta de Olivos.

En el escrito, la ex primera dama sostuvo que «los actos de hostigamiento, el maltrato, el menosprecio» comenzaron en el año 2016, mucho antes de la campaña electoral que condujo a Alberto Fernández a la Casa Rosada.

Al momento de ubicar físicamente el lugar en el que los hechos de violencia denunciados se desarrollaron, Yañez detalló en el escrito que fue en el departamento de Puerto Madero que Pepe Albistur le presta a Alberto Fernández. Es la propiedad en la que reside actualmente y que fue allanada por orden del juez federal Julián Ercolini la semana pasada.

Entre los detalles que brinda la ex primera dama, se refiere a hechos de violencia continuados en el tiempo, habla de un menosprecio constante y de un «hostigamiento incluso en los últimos tiempos», mientras ella permanece en Madrid y Fernández en Buenos Aires.

La violencia que Fabiola Yañez denuncia haber sufrido a lo largo de, prácticamente, ocho años en diversas modalidades y circunstancias -según volcó en su denuncia-, califica para un delito mayor que las lesiones leves.

Hay que recordar que la figura de violencia de género no existe en el Código Penal, por eso la justicia habla de lesiones leves que es la tipificación delictiva actual de las golpizas. Por ese motivo, la ex primera dama sostiene que todo lo sufrido en la prolongación del tiempo debería conducir a las autoridades judiciales a ampliar el cuadro acusatorio.

En ese sentido, pidió que Alberto Fernández sea imputado por lesiones graves «doblemente calificada por el vínculo y perpetrado en el marco de violencia de género con abuso de poder y de autoridad». No es lo único: además, le atribuye amenazas coactivas.

Al momento de explicar por qué la calificación penal debería violencia grave, se detalló que las lesiones sufridas habrían dejado secuelas de daños psicológicos, que le impidieron ejercer sus funciones y su vida normal por más de 30 días. Esa temporalidad es lo que distingue un delito del otro. Cuando el daño es menor en el cuerpo o en la salud, el Código Penal establece que deben entenderse como leves.

En referencia a ese aspecto hizo una extensa enumeración, en la que habló de maltratos, hostigamiento, desprecio, agresiones y golpes, que “resultaban ser una constante”. A continuación dijo que todas esas conductas por parte de Alberto Fernández, eran una “habitualidad”, lo que habrían producido “indudables secuelas de carácter psicológico”.

Con más detalles del padecimiento sufrido, la exprimera dama señaló que todo ese contexto la condujo a, por extensos períodos, recibir tratamientos psicológicos y también psiquiátricos que incluyeron la prescripción de medicamentos.

Para la denunciante, la situación tiene como agravante que ese cuadro de acciones se sumaba a las lesiones que podrían entenderse como leves: golpes temporales que se observaron en las fotografías que tomaron estado público y otras que adjuntó con la denuncia Yañez.

En el extenso escrito Fabiola Yáñez dijo más. Señaló que el expresidente de la Nación a diario le pegaba cachetazos en el marco de discusiones a las que calificó como “violencia verbal”, y que en la mayoría de los casos, esa situación terminaba de la misma manera: con una bofetada incluso frente a su hijo de dos años o cuando era aún más pequeño, en habitaciones contiguas.

Además, la ex primera dama se refirió a hechos vinculados a la violencia reproductiva. Se trata de una forma de violencia de género que se manifiesta en actos que «limitan o coaccionan a una persona en relación con su capacidad reproductiva, afectando su autonomía sobre decisiones fundamentales como la de tener o no tener hijos».

Desde la óptica del derecho penal, la violencia reproductiva «puede ser abordada a través de varias conductas punibles que violan derechos fundamentales, como la integridad física y psicológica, la libertad sexual, y el derecho a la salud«, explicaron fuentes judiciales a Clarín.

Lugares y fechas

Un apartado en su denuncia, bajo el título de “Hostigamiento, acoso, maltrato psicológico, daño psíquico”, dio fechas y precisó lugares.

Contó que mantenía una relación hace muchos años con Alberto Fernández y que en París, el 14 de mayo de 2016, él le propuso compromiso. Ese año se mudó al departamento de Puerto Madero, que según le decía el ex presidente se lo prestaba su amigo Enrique Albistur.

En ese tramo Yañez dijo que desde la convivencia, “su hostigamiento y acoso psicológico era constante”. El maltrato ejercido por Fernández, según denunció, la obligaba a estar pendiente del teléfono celular por los reiterados llamados que él le hacía, restringiendo su círculo social, salidas con amigas o lo que ella describió como “hacer una vida normal”.

Con una fecha especificada y un lugar físico consignado en la denuncia penal, comenzará otra discusión: la competencia del expediente penal. Hasta el momento en Comodoro Py se analizaba que de haberse cometido la violencia que Yañez le atribuye al ex presidente sólo en la quinta de Olivos, debería ser la justicia federal de San Isidro la que intervenga, ya que tiene jurisdicción en todo aquello que transcurre en la residencia presidencial.

Pero al referir Fabiola que los hechos comenzaron antes del arribo de Alberto Fernández a la Casa Rosada en su rol de presidente de la Nación, puede modificar la competencia. Es decir: al haber iniciado en el departamento de Puerto Madero, según siempre lo denunciado por Yañez, la causa podría continuar en los Tribunales de Retiro a cargo del juez Ercolini y el fiscal Ramiro González.

El primero en solicitar que el expediente se vaya a San Isidro fue el ex Jefe de Estado. Su abogada, Silvina Carreiro, presentó el viernes un escrito requiriendo que la pesquisa tramite en San Isidro.

Fuente: Clarín

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