Hipertensión pulmonar: qué es y cómo diagnosticarla

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La hipertensión pulmonar es el aumento de la presión sanguínea en las arterias pulmonares. Se clasifican en diversos grupos y el tratamiento debe adecuarse a ellos.

El aumento de la presión sanguínea en las arterias pulmonares recibe la denominación de Hipertensión Pulmonar y presenta dificultad para ser diagnosticada, por eso el método debe ser certero.

El Dr. Nicolás Atamañuk, Jefe de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar del Hospital Universitario Austral, explicó que “el Cateterismo Cardíaco Derecho, si bien es un método invasivo, confirma o descarta la enfermedad. Por lo tanto, es el patrón de oro al momento del diagnóstico”. A diferencia del ecocardiograma, que es el método de elección más común, pero “no puede darnos el diagnóstico de certeza, solo nos da una presunción de Hipertensión Pulmonar. La ventaja de la ecocardiografía es que es rápida y no invasiva”.

El especialista explicó que la enfermedad se clasifica en cinco grupos y “si el diagnóstico de grupo es incorrecto, el tratamiento es inadecuado y se afecta al pronóstico del paciente”. Por eso, es fundamental identificar las clasificaciones para adecuar el seguimiento en cada caso:

Grupo 1: es una enfermedad rara denominada Hipertensión Arterial Pulmonar.
Grupo 2: es la más frecuente y se debe a la afectación de las cámaras izquierdas del corazón.
Grupo 3: es muy frecuente y se debe a enfermedades respiratorias crónicas.
Grupo 4: se debe a la presencia de trombos (mal llamados coágulos) en las arterias pulmonares.
Grupo 5: este es un grupo especial en donde distintos tipos de enfermedades raras terminan desarrollando una complicación a la Hipertensión Pulmonar.

“Si bien la Hipertensión Pulmonar de los grupos 2 y 3 se hallan con frecuencia, es importante entender que siempre son debidos a otras enfermedades y que el tratamiento debe estar orientado a ellas, y no a la Hipertensión Pulmonar que suele ser una consecuencia de estas enfermedades preexistentes”, detalló el Dr. Atamañuk.

Síntomas

La presión en la arteria pulmonar aumenta debido a la mayor resistencia que se presenta en el pasaje de la sangre a través del árbol vascular pulmonar. “Así, el ventrículo derecho debe generar más potencia al contraerse, para poder vencer esa resistencia, y sufre cambios adaptativos que terminan afectando su rendimiento”.

Esto provoca, en mayor o menor frecuencia, los siguientes síntomas: sensación de falta de aire o ahogo (disnea); fatiga; cansancio; pérdida de fuerza (astenia); hinchazón de tobillos, piernas o abdomen (edema); pérdida del conocimiento (síncope); dolor de pecho ante esfuerzos; coloración azul o morado en labios y dedos (cianosis); o tos con sangre (Hemoptisis).

Clasificación y tratamiento

Para poder realizar un tratamiento adecuado y efectivo, el especialista explicó que es fundamental concretar el diagnóstico correcto del paciente y caracterizar su Hipertensión Pulmonar en el grupo que corresponda.

Vías fisiopatológicas: vía del Óxido Nítrico; vía de la Endotelina; y vía de la Prostaciclina para pacientes que se encuentran dentro del grupo 1.

Anticoagulantes: warfarina o acenocumarol. No todos los pacientes deben ser anticoagulados. Existen indicaciones específicas y también hay contraindicaciones.

Diuréticos: Son fármacos que mediante el mecanismo de aumento del ritmo diurético permiten descargar al corazón haciendo que se alivien los síntomas. Los mismos deben ser regulados a una dosis que es propia de cada paciente.

Quirúrgico: Los pacientes correspondientes al grupo 4 son candidatos a un tipo específico de cirugía llamada tromboendarterectomía (remoción mediante cirugía del coágulo que obstruye la arteria)

Actividad física controlada y supervisada.

Vacunación antineumocócica y antigripal para evitar enfermedades que puedan agregar mayor daño pulmonar.

Evitar el embarazo, ya que durante éste se produce naturalmente un aumento del volumen total de sangre y del flujo circulante que puede aumentar la hipertensión pulmonar.

Oxígeno, en algunos casos.

El Dr. Atamañuk especificó que “al ser una enfermedad rara y de difícil diagnóstico, los pacientes deben ser atendidos en grupos especiales de médicos dedicados a la enfermedad”.

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