El Presidente recibió al jefe de Gobierno porteño para concretar la transferencia de las 31 líneas que circulan dentro de la Ciudad. Habrá un período de transición para que no haya un alza inmediata de tarifas y que sigan los beneficios de la Red SUBE.
Luego de varias negociaciones, la pelea entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por la quita de subsidios a los colectivos entró en zona de definiciones. El presidente Javier Milei recibió al jefe de gobierno porteño y acordaron la transferencia de las 31 líneas a CABA. El encuentro en la Casa Rosada. El traspaso de esas líneas se formalizó a través de un “acta acuerdo”.
La transferencia de las 31 frecuencias de colectivo que circulan dentro del territorio porteño se traducirá en que ahora CABA podrá fijar tarifas, recorridos, paradas, terminales y multas.
Se acordó un “período de transición” que puede extenderse hasta seis meses, por lo que en la Ciudad aseguran que no habrá impacto en la tarifa en el corto plazo. Por eso, CABA asumirá el costo de mantener subsidiados los segundos y terceros viajes, de la red SUBE que hasta ahora pagaba Nación. “Para nosotros es necesario un tiempo como para poder implementar todo, porque debe pasar por la Legislatura”, plantearon funcionarios porteños.
Tras el acuerdo, Jorge Macri remarcó que la decisión de hacerse cargo del total de los subsidios, el pleno y el de tarifa integrada que deja de pagar Nación, busca “dar tranquilidad a la clase media de que no hay cambio de tarifa”
“A través de repriorizaciones que hicimos con el presupuesto podemos absorber el subsidio, es prioritario ayudar a la clase media. Si nos retiráramos el boleto costaría el doble”, indicó el jefe de Gobierno porteño. Además, celebró el traspaso de las líneas de colectivos porque “se avanza en la autonomía de CABA, después de un trabajo muy arduo con Nación. Era una asignatura pendiente”.
De todos modos, en la Ciudad advierten que para rediscutir la estructura tarifaria, primero quieren revisar el esquema de costos para luego definir los detalles sobre cómo quedarán plasmados los valores de los boletos.
De acuerdo con estimaciones del Gobierno porteño, el costo del viaje mínimo en colectivo sin ningún tipo de asistencia es de $863, de los cuales Nación aporta $271, CABA $221 y el pasajero paga $371. Entonces, si se quitan los subsidios nacionales y se mantienen los de CABA, en la Ciudad estiman que la tarifa sería de $642.
Desde hace varios días ambas administraciones trabajan en un acuerdo para que CABA se quede con el manejo de esas 31 frecuencias que circulan sólo en CABA. La medida está motorizada por la decisión de la secretaría de Transporte nacional de dejar de subsidiar a esas líneas de colectivo.
Nación quiere mantener la asistencia sobre las empresas y del programa Red SUBE -que aplica un descuento en el valor de la tarifa cuando se combina más de un transporte público en el lapso de dos horas- sobre las 103 líneas nacionales del AMBA y otras 10 del interior, que son las que transitan por ambas jurisdicciones, así como también en los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires. Además, tiene previsto sostener los descuentos del 55% de la tarifa para los 5,3 millones de personas que cuentan con tarifa social.