Un comité de expertos señaló que la tercera inyección deberá ser suministrada “de uno a tres meses” después de la segunda.
Un comité de expertos de la OMS recomendó este lunes que se administre una dosis adicional de cualquiera de las vacunas contra el coronavirus homologadas por esta agencia de la ONU a personas “moderada o gravemente inmunodeprimidas”.
El mismo comité indicó que también habría que administrar una tercera dosis a personas mayores de 60 años vacunadas con los inmunizantes anticovid de las empresas chinas Sinovac y Sinopharm. Esa tercera dosis puede ser de otra vacuna de otro tipo, precisó el Grupo Estratégico Consultivo de Expertos (SAGE) de la OMS, en una rueda de prensa.
La recomendación de la OMS puede afectar a los programas de vacunación no sólo de China, donde la mayoría de las 2.200 millones de dosis administradas son de estos dos laboratorios, sino también apaíses de Latinoamérica, Asia, África o el este de Europa donde se utilizaron estas vacunas chinas.
Mientras Europa y Estados Unidos no han aprobado el uso de las vacunas de Sinovac y Sinopharm, la OMS sí las ha incluido en su lista de uso de emergencia y ha pedido a la comunidad internacional que también lo haga para evitar discriminación a la entrada de viajeros procedentes de determinados países.
“La recomendación que damos ahora es que las personas que son inmunodeprimidas reciban una dosis adicional para llevar su respuesta inmunitaria al nivel de protección necesario para impedir las formas graves de la enfermedad o el fallecimiento”, explicó la doctora Kate O’Brien, directora del servicio de Vacunación de la OMS.
Las personas immunodeprimidas -cuyo organismo tiene un sistema de defensa bajo- no participaron en los ensayos clínicos con los que se establecieron los protocolos de vacunación. Esta tercera dosis tendrá que ser inyectada “de uno a tres meses” después de la segunda, explicó la doctora O’Brien.
Los expertos también recomendaron que la comunidad internacional se fije el objetivo de vacunar al 70 por ciento de la población mundial contra el COVID-19 a mediados de 2022. ”Es un porcentaje mucho mayor del que pensábamos antes, pero dado el desarrollo de la pandemia y la disponibilidad de nuevas vacunas para grupos de edad más jóvenes, es un objetivo posible”, subrayó el presidente de SAGE.