Los Pumas dieron el golpe en el inicio del Rugby Championship: vencieron a los All Blacks por tercera vez en la historia

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Con una gran actuación, un segundo de tiempo de alto nivel y producciones individuales consagratorias, Los Pumas volvieron a hacerlo. En Wellington y contra el subcampeón del mundo, le ganaron por 38 a 30 y arrancaron con el pie derecho el Rugby Championship. El próximo sábado, en el mítico Eden Park de Auckland, jugarán la revancha

Notable, espectacular, alentador. Así fue el inicio de Los Pumas en el Rugby Championship. Ganarle a los All Blacks, anotarle 38 puntos por primera vez, superando los 25 de las victorias en Parramatta y Christchurch. Así fue el triunfo argentino, que superó adversidades y se recuperó de sus propias imperfecciones. Pasó de una primera parte errática a consolidarse en la segunda etapa.

Después de más de 40 horas de viaje y con dos cotejos seguidos ante los All Blacks, Los Pumas comienzan un nuevo torneo con nuevos desafíos, nada menos que ante el último subcampeón del mundo. Nueva Zelanda es el equipo más ganador del Rugby Championship desde que al certamen se sumó la Argentina, en 2012. Desde ese año, sólo dos veces los de negro no finalizaron primeros, en 2015 y 2019, ediciones que ganaron Australia y Sudáfrica, respectivamente.

El equipo que dirige Felipe Contepomi, entrenador de la selección nacional desde la reciente ventana de julio, inicia una etapa que es la continuidad del anterior ciclo que tuvo al australiano Michael Cheika en la conducción y terminó con el cuarto puesto en Francia 2023.

El arranque con el oportunismo neozelandés

El inicio fue con presión alta, posesión y una acción que no terminó en try de casualidad, por un último pase no preciso de Moroni. El line fue también bien ejecutado, pero lo defendieron bien los locales, que sacaron con lo justo de la cancha a González a cinco metros del in-goal. Los Pumas estuvieron muy cerca otra vez, con una contra de Moroni con el pie, pero los de negro la recuperaron al generar un penal. Una nueva infracción les dio un line a favor para meterse dentro de las 22 por primera vez, pero la defensa del maul fue perfecta para salir del asedio.

Sin embargo, las indisciplinas argentinas fueron demasiadas, seis penales en once minutos, algo inusual para el comienzo de un partido. Así abrió el marcador McKenzie, con un penal (3-0). Sobre los 14m aumentaron los All Blacks, con try del debutante Derry luego de una pérdida de posesión argentina en campo neozelandés (10-0).

La Argentina descontó de la misma manera, de una pelota robada por Molina y una buena acción entre Chocobares y Cinti. Santiago Carreras falló la conversión (10-5). A los 26m, un nuevo penal argentino (el noveno) le dio a McKenzie otra chance para aumentar (13-5).

Los Pumas presionaron bien en la salida y fabricaron un penal. El equipo fue por el line y el maul que no prosperó, con el juego corto de los forwards que no concretaron. Así se decidieron por patear y Santiago Carreras acertó para acortar la distancia (13-8).

Los All Blacks hacían fácil lo difícil. Muy simple, cada vez que pudieron anotaron, así Lienert-Brown volvió a apoyar el segundo try local (20-8). Pero, así como casi todas fueron en contra en la primera etapa hubo una acción favorable sobre el cierre de la misma que puso en el marcador mayor justicia, con un pique que aprovechó Mateo Carreras para apoyar debajo de las haches (20-15). Así se cerró la primera parte, en la que Los Pumas pagaron muy caras sus indisciplinas, porque en el juego estuvieron a la altura ante un rival que sólo fue eficaz a la hora de definir.

Un gran segundo tiempo argentino

La resolución del duelo estaba ahí. Había que mejorar la disciplina, bajar la cantidad de penales e ir a buscarlo. Esa fue la razón por la que los All Blacks metieron en su campo a los argentinos en el primer tiempo.

El arranque fue con buenas noticias para Los Pumas, a partir de una gran defensa desde una salida de Molina hasta una pesca notable de Matera. El penal fue bien realizado por Carreras, con un line ejecutado en una jugada preparada que definió Molina. Los argentinos pasaron al frente 22-20, pero McKenzie, enseguida volvió a poner a los de negro arriba con un penal (23-22).

A los 7m ingresaron Joel Sclavi y Efrain Elías, con el debut de un nuevo Puma cordobés, con el estreno del Pumita del Jockey Club de Córdoba. A los 9m, Los Pumas otra vez pasaron adelante con otro penal de Carreras (25-23).

Los de negro no perdonaban nada y otra vez le devolvieron gentilezas y quedaron al frente con un try de Telea (30-25). Sanriago Carreras, sobre los 15m dejaba a los argentinos a dos tantos (30-28) con otro penal y los 18m, por primera vez, McKenzie erraba un penal factible y la esperanza se hacía más cierta.

Faltaban 20m y la Argentina estaba ahí, a sólo dos puntos de los All Blacks y como visitantes. Los dos empezaron a mover el banco, haciendo ingresar al resto de los 23 que estaban en la cancha.

El partido estaba abierto y los argentinos muy concentrados en lo que tenían que hacer. Los de negro se equivocaron y Los Pumas tuvieron un scrum a favor a cinco metros del in-goal local. Y así fue, con paciencia y decisión que lograron el try con la entrada de Creevy debajo de los palos. Los Pumas quedaban 35 a 30 arriba, con 10m para el cierre del partido.

Restaba un buen final y Los Pumas lo tenían ahí. Se defendieron con la pelota y muy bien de los embates de los locales. Faltaban 3m y Carreras, recto a los palos, llevó la distancia a 8 puntos, para el 38 a 30. Los argentinos consumían el tiempo, el trabajo estaba hecho y el pitazo final del australiano Angus Gardner selló el histórico triunfo.

La Argentina logró una victoria memorable en Wellington y volvió a hacer historia. Ganaron Los Pumas y lo hicieron con sus armas, coraje, garra, defensa, buen juego y decisión. Mallía, Chocobares, los dos Carreras, Bertranou, González, Matera, Kremer, Creevy, los puntos altos de un equipo que nunca bajó los brazos, tuvo la cabeza fría y lo definió con altitud, de la mejor manera y con el gen argentino.

Salud Pumas, y a festejar otro gran triunfo para sumar a la galería de las grandes victorias del rugby argentino, esas que alimentan a un equipo que se hizo grande desde su propia adversidad.

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