El ministro de Economía arribaría a la capital de Estados Unidos el próximo miércoles, con la posibilidad de que la segunda revisión del programa con el FMI sea aprobada por el Directorio del organismo.
El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará a Washington la próxima semana para participar de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial y de la cumbre de ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales del G20.
Fuentes del Palacio de Hacienda dijeron que si bien la agenda aún se está delineando, Massa arribaría a la capital de Estados Unidos el próximo miércoles, día en que se llevará a cabo la reunión de ministros del G20, la última del año antes de la Cumbre de Presidentes que tendrá lugar en Bali, Indonesia, a mediados de noviembre.
Luego, el jueves 13 y el viernes siguiente sesionarán la Junta de Gobernadores del FMI y del Banco Mundial, además de la reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional, en las que Massa será el representante del gobierno argentino.
El eje de debate que llevará el ministro a esos esos encuentros será la seguridad alimentaria y energética como cuestiones prioritarias, confiaron las mismas fuentes.
Massa confía en llegar a Washington con la segunda revisión del programa con el FMI aprobada por el Directorio del organismo, debido a que este viernes se tratará en ese ámbito el caso argentino.
Tras el visto bueno del Directorio, se liberarán de manera inmediata fondos por 4.100 millones de dólares que pasarán a engrosar las reservas del Banco Central.
En rigor, el directorio tratará la segunda revisión y las metas para fines de septiembre «donde la información completa esté disponible», explicaron fuentes calificadas, dado que la revisión correspondiente para el trimestre que finaliza en septiembre, la tercera, se llevará a cabo durante el corriente mes, por lo que empezaría apenas finalice la Asamblea del organismo.
Una de las metas en donde el Fondo ya tiene los datos y puede anticiparse con la evaluación de los objetivos es el de las reservas. Este punto y la racionalización del gasto ocuparon la mayoría de las reuniones de la segunda revisión que tuvieron lugar en Washington en septiembre pasado con la plana mayor del equipo económico, y que coincidió con la gira debut de Sergio Massa por Estados Unidos.
En esa oportunidad, un punto a salvar era que la segunda revisión había arrojado un rojo en la reservas de algo menos de 300 millones de dólares, respecto de la meta acordada. Sin embargo, los técnicos del FMI tomaron en cuenta que hubo demoras en los fondos prometidos por el BID, que estaban contemplados en el programa y que, si hubiesen sido desembolsados, la meta se hubiese cumplido.
Precisamente, durante su gira Massa logró un renovado respaldo del BID, entidad que emitió un comunicado anunciando que destrabaría los fondos prometidos y que aumentaría los desembolsos, totalizando un paquete de 3.000 millones de dólares en créditos, de los cuáles 1.200 millones se van a liberar antes de que finalice 2022 y que serían de libre disponibilidad.
Una gran parte de estos fondos tenía fecha de aprobación para fines de septiembre, según el mismo comunicado del organismo, pero la posterior destitución de Mauricio Claver Carone como presidente del BID demoró dicha agenda, por lo que se espera que de manera inminente -podría ser incluso este viernes- el directorio del organismo sesione con el caso argentino y dé luz verde.
Con el nuevo paquete del BID y las divisas ingresadas en septiembre con la implementación temporal del dólar soja, a través de las cuáles se liquidaron más de 8000 millones de dólares en exportaciones de granos, las reservas crecieron en alrededor de 5.000 millones de dólares, lo que permitió al Gobierno superar la meta del tercer trimestre. De esta forma se espera también la aprobación de la tercera revisión, que aún no comenzó.
Esta tercera revisión sería tratada por el directorio del FMI a fines de noviembre o principios de diciembre, cuando el Gobierno espera embolsar otros 5.800 millones de dólares, si se aprueban el resto de las metas comprometidas con el organismo que estarán bajo análisis.
Una parte de esos fondos servirán para pagar los vencimientos que la Argentina tiene con el FMI, del programa heredado de la gestión de Mauricio Macri