La agenda del ministro de Economía en Washington tiene metas políticas y económicas que se van cumpliendo con el fin de alcanzar la aprobación del staff técnico del Fondo. Relacionamiento con el Gobierno de Biden y con inversiones, los ejes de los encuentros.
El ministro de Economía, Sergio Massa, cumple a rajatabla los objetivos de su agenda en los Estados Unidos que tienen como meta final la aprobación de la segunda revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se traducirá en un desembolso de US$ 4.100 millones para saldar compromisos con el mismo Fondo.
Para eso ayer dio un paso clave. Logró destrabar desembolsos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por más de lo que estaba previsto para este año y que no estaban siendo ejecutados por la falta de una macroeconomía «cohesiva», tal como lo definió el propio titular de la entidad Mauricio Claver-Carone.
No sólo destrabó los desembolsos sino que el buen vínculo entre ambos funcionarios que nació de cuando Claver-Carone era miembro del FMI en el Gobierno de Donald Trump, relajó las tensiones y permitió el anuncio de flujos extras para las reservas del Banco Central y para programas de aplicación específica.
La comitiva destacaba ayer que el anuncio del BID fue muy bien recibido por los miembros del Fondo. Es que paralelamente a la agenda del ministro el equipo técnico de Economía debate en las oficinas del FMI los números de la economía Argentina, el impacto de las medidas anunciadas por Massa y el cumplimiento del acuerdo fijado con el organismo.
Los millones del BID distendieron el clima de los encuentros en la sede del Fondo. «Las reuniones van», señaló a NA uno de los concurrentes al edificio del organismo que dirige Kristalina Georgieva y agregó: «Se trabaja diariamente y los encuentros van a continuarse toda la semana, hasta el lunes cuando Massa sea recibido por la titular del FMI».
En total, Massa consiguió del BID casi US$ 5.000 millones para los que resta del año y para el 2023. De este monto US$ 1.200 millones son de libre disponibilidad y pasarán a engrosar las arcas del BCRA y de los cuales US$ 500 millones arribarán a lo largo de septiembre. El resto antes de fin de año.
De a poco, Massa va sumando reservas internacionales, uno de los compromisos asumidos con el FMI.
A esto se sumará, los ingresos producto del dólar soja. Entre lunes y martes los agroexportadores liquidaron 1.750.000 toneladas, que es casi el total de los que se vendió en el mes de agosto, que en divisas se traducen en US$ 650 millones, según indicaron fuentes del sector que había prometido alcanzar los US$ 1.000 millones en las primeras 72 horas de lanzada la medida. Y US$ 5.000 a lo largo de septiembre, mes en el que estará vigente el esquema de dólar diferencial para la soja y subproductos derivados.
La medida se tradujo en que ayer el Central pudo completar una nueva ronda de saldo positivo en el mercado de cambios y comprar US$ 140 millones. Desde la asunción de Massa, la entidad monetaria comenzó una etapa de compra de divisas, al principio muy débil y que se profundizó esta semana con la puesta en marcha del dólar soja.
Massa también prevé obtener fondos frescos del encuentro que mantendrá hoy con autoridades del Banco Mundial. Por la mañana tendrá una reunión de trabajo con Axel van Trotsenburg, director gerente de Operaciones del Banco Mundial. Lo propio hará en la reunión de trabajo con Alfonso García Mora, vicepresidente Regional para Europa, América Latina y el Caribe de la Corporación Financiera Internacional (IFC).
Además, las declaraciones de inversiones como resultado de los encuentros con empresas de primer nivel que fueron forjados por el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello y el asesor de Massa en materia internacional, Gustavo Martínez Pandiani, le suman volumen a los números que Massa exhibirá al final de la gira por Washington y Houston donde se reunirá con las empresas petroleras Chevron, Exxon, Shell y Total.
El lunes, Massa completará su tarea en Estados Unidos con una reunión con la titular de FMI Kristalina Georgieva y con David Lipton, consejero del Secretario de Asuntos Internacionales del Tesoro de los Estados Unidos. Ante ellos el ministro de Economía se comprometerá a cumplir la meta del déficit del 2,5% del PBI. Como señal de coherencia, del encuentro también participará la actual presidenta del Banco Nación y antecesora de Massa en Economía, Silvina Batakis.
La agenda política
La hoja de ruta de la agenda política comenzó ayer con un desayuno con funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos que integran la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental. Durante el encuentro, en el que participaron el Embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley; el Secretario Adjunto, Brian A. Nichols; el Principal Subsecretario de Estado Adjunto Ricardo Zúñiga; y el Subsecretario de Estado Adjunto, Mark A. Wells, se analizó la agenda de seguridad alimentaria global, de energía, proteínas y de desarrollo con inclusión.
Zúñiga es un viejo conocido de Sergio Massa, lo mismo que Juan Sebastián González, el asesor especial del presidente de los Estados Unidos Joe Biden, con quien cerró el primer día de actividades oficiales en una cena en la casa del embajador Argüello. De la actividad también participó Marc Stanley, el embajador de los Estados Unidos en la Argentina.
Presupuesto
Mientras se sucede la gira, Sergio Massa continúa con el check list de los anuncios que realizó el día que asumió como ministro de Economía hace poco más de un mes. «Voy cumpliendo con cada uno de los anuncios que realizó ese miércoles 3 de agosto», se le escucha asegurar al ministro en los distintos intercambios.
A su regreso anunciará un programa energético y al día siguiente enviará al Congreso de la Nación el Presupuesto 2023 en el que mantiene sin cambios las proyecciones que ya fueron pautadas, habrá que esperar si no se modifican las pautas de inflación que lejos quedaron de las metas iniciales después del dato del IPC de julio que arrojó un fatídico 7,4% de aumento, el valor más alto de los últimos 20 años.