El gobierno de Alberto Fernández tomó nota del descontento por el lento traslado a los bolsillos de los trabajadores de la reactivación económica y se concentró en acelerar ese proceso.
Tras las derrota en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el gobierno de Alberto Fernández buscó las razones de la caída de su respaldo en las urnas. Y no fue difícil encontrarlo. Porque si bien es cierto que la dura crisis heredada del gobierno de Mauricio Macri se profundizó aún más a partir de la pandemia de coronavirus Covid-19, también es cierto que desde hace meses todos los indicadores están mostrando vigorosos signos de reactivación económica merced del avance de la campaña de vacunación y la flexbilización de las restricciones.
¿Entonces donde radicaba el problema? Esa reactivación, clara e inobjetable en las estadísticas económicas todavía no se había trasladado con toda su potencia al bolsillo de la gran mayoría de los argentinos.
Por esta razón el Gobierno salió presuroso a reforzar ese círculo virtuoso que genera en la economía la recuperación del consumo y para ello dispuso de varios programas tendientes a aliviar el bolsillo de los argentinos. Algo que desde la oposición -sin perder aquella lógica que expresaron sin tapujos y según la cual los trabajadores no pueden creer que pueden cambiar el celular o soñar con viajar- tildaron de manera despectiva como «Plan platita», pero que no es otra cosa que un impulso desde el Estado para dinamizar aún más la reactivación económica y poner en funcionamiento el círculo virtuoso del más consumo – más inversión- más empleo -más consumo.
¿Qué anunció hasta el momento el Gobierno?
– El gobierno relanzó el programa PreViaje para reactivar el sector del Turismo, uno de los más golpeados por la pandemia de coronavirus. La iniciativa, que Matías Lammens ya seguró debería ser una política de Estado que perdure en el tiempo, es un éxito y ya garantizó un temporada de verano récord.
– Elevó nuevamente el piso del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y benefició a 1,2 millones de trabajadores y jubilados para evitar que las subas salariales de los últimos meses, acordadas al calor de la inflación, los colocara nuevamente bajo el radar de Ganancias.
– Presentó la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada para aquellos trabajadores desempleados que, contando ya con lo años de aportes necesarios para poder jubilarse no tienen sin embargo la edad que se necesita por ley.
– Presentó además el programa «Más Cultura Joven» que consiste en una transferencia de 5 mil pesos a jóvenes en situaciones vulnerables para que puedan acceder a consumos culturales. Este es otro de los sectores que más se vieron afectados en el último año y medio por las restricciones que impuso la pandemia.
– Reeditó los créditos a tasa cero de hasta 150 mil pesos para monotributistas.
– A partir de noviembre el monto de la tarjeta Alimentar se va a empezar a depositar en las cuentas de la Asignación Universal por Hijo (AUH)
– El Gobierno, a través de la Resolución 1050/2021 de la Secretaría de Comercio Interior, fijó los Precios Máximos de 1.432 productos hasta el 7 de enero próximo.
Propuestas todavía en análisis
– El Gobierno analiza por estas horas anunciar el pago de un bono por única vez para jubilados y pensionados que perciban hasta dos haberes mínimos o bien la extensión de la Tarjeta AlimentAR para este grupo que representa el 85% de los jubilados y pensionados de la Argentina.
– Implementar una nueva ronda del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que tendría otro nombre, y cuyo alcance sería mucho más acotado que al implementado en el peor momento de las restricciones dispuestas en el marco de la pandemia de coronavirus. Apuntaría sólo a personas en situación de indigencia y duplicaría el monto (10 mil pesos) que se había pagado en las primeras rondas del IFE.
– También analizan por estas horas la implementación de una línea de créditos blandos no bancarios para que los trabajadores precarizados puedan acceder a capital de trabajo a bajas tasas y no tener que caer en financieras que les cobran tasas usureras.