En plena movilización, el triunviro de la CGT no descartó un paro nacional contra el DNU del Gobierno.
El secretario general de Camioneros y triunviro de la CGT, Pablo Moyano, además uno de los convocantes más activos, anticipó que si el presidente Javier Milei continúa intentando hacer pasar el DNU de “desregulación” de la economía “van a haber cientos de Plaza de Mayo” como forma de protesta.
En un mensaje directo a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien desde el Comando de Seguridad monitorea la movilización, expresó: “Es cómico como mientras el país se desangra con las medidas económicas que está tomando el presidente, los salarios, el aumento del combustible, las tarifas de los próximos meses, vemos este show de la señora Bullrich que salió tercera, que fue rechazada por gran parte de la población»,
“Hoy se hace el Rambo para reprimir o intentar que las columnas de los trabajadores no lleguen a la plaza Lavalle, subiendo a los micros, filmando a los trabajadores”, sostuvo contra la funcionaria, y agregó: «Que se prepare porque va a haber cientos de plaza Lavalle, cientos de Plazas de Mayo mientras sigan con este DNU que está destruyendo los derechos de los trabajadores”
Desde la columna de Camioneros, Moyano anticipó que hay grandes posibilidades de que la CGT convoque a un paro general, aunque evitó precisar la fecha.
“Esta iba a ser una marcha más simbólica, pero se fueron sumando más organizaciones y va a ser una marcha importante», indicó, y continuó: «Va a ser el principio de lo que se va a aprobar mañana en el comité central confederal que es un plan de lucha en el que no se descarta nada en los próximos meses si siguen con esta política de ajuste”.
Desde el palco apostado en Plaza Lavalle y frente a cientos de trabajadores agremiados, autoridades de la central dieron lectura a un documento que apunta contra las medidas de ajuste del Presidente y solicitan que el DNU sea tratado en el Congreso.
“El Presidente de la Nación prometió hacer un ajuste que lo pagaría lo que él denomina ‘casta política’, y que los trabajadores recibiríamos los beneficios de ese recorte. Pero su primer acto de gobierno es un Decreto de Necesidad y Urgencia que, entre otras muchas medidas arbitrarias, anticonstitucionales y lesivas de un vasto número de derechos civiles, comerciales y sociales, introduce una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, cercenar la actividad sindical y solo privilegiar intereses empresariales», denunciaron.
En otro pasaje del texto, los sindicalistas convocantes remarcaron que “el orden y la libertad de una República comienza por el irrestricto respeto hacia la Constitución Nacional y al equilibrio de los tres poderes del Estado”, y cuestionar los preceptos de necesidad y urgencia que atribuye el fundador de La Libertad Avanza para impulsar el paquete de reformas.
«Arrogarse facultades legislativas, que no son de su competencia, y utilizar toda esa fuerza para arrasar con la legislación laboral”, indicaron al tiempo que plantearon que cualquier plan de Gobierno que exija modificación, derogación o creación de leyes debe, imprescindiblemente, pasar por el debate parlamentario.
Para la CGT, el DNU de “desregulación” de la economía “está viciado de origen y por lo tanto es nulo de toda nulidad”, por lo que le exigieron a la Justicia que cumpla con la función de contralor del Poder Ejecutivo y declare lo inconstitucional.
“Frente al atropello irracional de unos de los poderes del Estado, los trabajadores acudimos a la Justicia para que vuelva a equilibrar el funcionamiento de la República”, indicaron los representantes de los trabajadores.
En alusión a las declaraciones del Gobierno, desde la central plantearon que los reclamos no fueron motivados “ni por ‘sadismo ni por corrupción’” sino por la responsabilidad de representar los intereses individuales y colectivos de cada organización gremial.
Por último, remarcaron que “ser legal es respetar la Constitución Nacional. Ser legítimo es convencer a las mayorías”, y que si no se respeta ese esquema “se corre el riesgo de no ser respetado. Y de no ser República”,
“No se confunda, señor presidente, no somos la casta, somos los trabajadores», concluyeron.