Con goles de Maximiliano Salas, Maravilla y Roger Martínez, la Academia ganó y se subió a la cima del Grupo H.
Si además de los goles de Maravilla, ya 14 en apenas 16 partidos, Salas se transforma en Matador, los cinco triunfos al hilo que acumula Racing parecen todavía pocos. El equipo de Costas tiene un techo altísimo, uno que todavía no logra observarse. Tiene figuras, recambio y empieza a tener juego colectivo después de un comienzo dubitativo. Hoy la Academia se ilusiona con todo. Con meterse en los cuartos de final de la Copa de la Liga, en cerrar rápido el acceso a los octavos de final de la Sudamericana y ganar por primera vez la Copa Argentina.
Dio un paso enorme en el ámbito internacional. Tras el debut victorioso en Paraguay, se paseó contra Red Bull Bragantino para ser el único líder del Grupo H y empezar a encaminarse en una zona en donde parece no tener ningún rival a su medida.
Hay que volver a destacar al enorme Maravilla Martínez. Otra vez hizo un gol y le sumó una asistencia. Pero para el bien de Costas, lo más importante no fue el poder de fuego ya probado sino la dupla que está consolidando con Salas. Esta vez el ex Palestino fue el mejor y se afianzó como el fiel ladero de la gran figura del equipo. Porque lo busca, una y otra vez, se pela el lomo y genera contagio. Encima de correr ahora también hace goles y regala asistencias. Completo. Todo para el equipo. Todos para uno y uno para todos. Así parece jugar la Academia, que a partir de triunfos se retroalimenta de confianza y disfruta.
En este partido, encima, lo hizo sin Juanfer Quintero. El colombiano debió viajar de urgencia a Colombia y Costas se vio obligado a mover fichas. Racing se paró 3-4-3 y se transformó en un equipo vertical y directo. El tridente fue de lanzas. Siempre picaron a la espalda de una defensa de Bragantino que marcó en línea y demasiado adelantada. Tan mal lo hizo que la primera terminó en gol. A los dos minutos, Maravilla se retrasó, Salas picó al vació y recibió la asistencia perfecta del 9. Tras una pausa y amague, Maxi definió cruzado y puso el 1-0, A los 20’, en agradecimiento al gol, fue el 7 bravo quien asistió a Maravilla para empujar al gol. Había olor a goleada con 70 minutos por delante. Porque los brasileños eran blandos en defensa y no lastimaban en ataque.
Fue apenas uno más, de Roger sobre la hora, porque extrañamente los delanteros estuvieron exageradamente generosos. Ante un remate franco en más de una oportunidad buscaron un pase extra, quizá relajados por la facilidad que había presentado el partido.
Ya en el segundo tiempo, y con partidos importantes por delante, el equipo de Costas reguló y cuidó piernas. Se replegó un poco atrás y por momentos bajó su nivel, dejándole alguna chance a Bragantino, que se acomodó un poco mejor,
Sin embargo, el partido nunca fue partido. Con puntos altos también en defensa, especialmente Di Cesare, Racing fue siempre más, ganó y quedó arriba de todo en la Copa Sudamericana, el gran objetivo que se puso Costas para este 2024. Ahora va por la Copa de la Liga. Y si pasa, está derecho…