Desde enero aplica para las grandes empresas y desde abril alcanzará a todos los contribuyentes.
Las grandes empresas deberán discriminar el IVA en sus facturas a partir del próximo primero de enero, mientras que el resto de los contribuyentes tendrá un plazo opcional hasta el 1 de abril para cumplir con la norma, que desde esa fecha se volverá obligatoria.
Así lo anunció este viernes la Agencia de Control y Recaudación Aduanera (ARCA), que reglamentó el régimen de transparencia fiscal, que entrará en vigencia desde el 1° de enero de 2025.
En esta primera etapa, las grandes empresas deberán discriminar en sus facturas el IVA y otros impuestos nacionales indirectos.
A partir del 1 de abril, la medida se extenderá al resto de los contribuyentes.
Todos los comprobantes deberán tener una línea en donde se detalle el monto correspondiente al impuesto al valor agregado.
Aquellos contribuyentes que ya utilizan la facturación electrónica por medio de los sistemas de ARCA verán reflejada de forma automática la discriminación del IVA desde el 1° de enero de 2025.
El objetivo del régimen de transparencia fiscal es permitir a los consumidores conocer el impacto de los impuestos en las operaciones y que puedan contar con información para tomar sus decisiones comerciales.
La ONG Lógica lanzó esta propuesta a mediados de 2023 mediante una petición en Change.org y propuso a los candidatos la suscripción de un compromiso de impulsar la sanción de este régimen, que fue firmado por el entonces candidato Javier Milei (también por Bullrich y Schiaretti), quien ya como presidente decidió honrarlo a través de la ley sancionada por el Congreso Nacional que hoy ha sido reglamentada por el Poder Ejecutivo.
Al respecto el presidente de Lógica, Matías Olivero Vila, señaló que “la falta de conciencia fiscal, derivada del ocultamiento de impuestos llevó a que la ciudadanía no exigiera a los políticos una conducta responsable en el gasto y en los tributos que pesan en la vida cotidiana. Este proceso ha sido funcional para que terminemos con los impuestos y la inflación más altos del mundo. Con la aplicación de la norma reglamentada por el Gobierno se terminan los 50 años de la inaceptable prohibición de mostrar los impuestos al consumidor».
«El saber los tributos que soportamos nos empoderará para involucrarnos y exigir impuestos y gastos públicos lógicos, también a exigir servicios acordes del Estado. Y los políticos sabrán que los tributos excesivos que sancionen irán al ticket. Este saber le dará poder al ciudadano y así el votante decidirá en la oferta electoral”, explicó.
Agregó Olivero que “estamos frente a una oportunidad histórica para provocar un cambio en la conciencia fiscal de nuestra sociedad, aprovechando el ‘momentum’ de cambio cultural generado por las actuales autoridades. El desafío es trabajar como sociedad para que las próximas reformas fiscales sean profundas y duraderas para que, más allá del signo político gobernante, nunca más lo fiscal sea una cuestión exclusivamente política y se convierta en una cuestión ciudadana y del Estado, tal como la concientización que resultó en los más de 40 años de consolidación de la democracia”.