Volver al colegio, volver a los cuidados para evitar los piojos. El Dr. Alejandro Olivera del Hospital Universitario Austral explica cómo actuar para no sufrir pediculosis.
La vuelta al cole es la vuelta a clase, pero también a los recreos, a los patios, a los areneros…Y a veces el regreso al hogar de la pediculosis. A pocos días de comenzar las clases, el Hospital Universitario Austral recuerda la importancia de la consulta médica oportuna y los tratamientos efectivos.
El Dr. Alejandro Olivera, médico del Servicio de Dermatología Infantil del Hospital Universitario Austral y docente de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, explicó que “los padres deben concurrir a los profesionales para asesorase sobre los tratamientos, porque muchas veces acuden a la farmacia y compran algún producto sin información de los especialistas”.
Existen tres tipos de tratamientos contra la pediculosis. Una forma es el tratamiento físico que consiste en la remoción propia del parásito a través del peine fino. Otro tipo de tratamiento es el físico-químico en donde lo que se busca es asfixiar al parásito. Incluso, hoy en día hay productos nuevos con dimeticona y algunos aceites esenciales que pueden ser utilizados. Por último, la tercera manera de combatir la pediculosis, y la más frecuente, es a través de productos químicos que generan la parálisis respiratoria y muerte consecuente del parásito. Por ejemplo, la piretrina, específicamente la permetrina, o bien la ivermectina.
Reconocer la epidemia
La pediculosis es una infestación por un ectoparásito, el piojo, denominado científicamente Pediculus humanus capitis. El Dr. Olivera afirmó que “la presencia de este parásito puede provocar prurito, es decir mucha picazón, y, a veces, el desarrollo de adenopatías o ganglios que representan la defensa del niño frente a este parásito. A su vez, la picazón puede provocar la sobreinfección de las lesiones y ser motivo frecuente de consulta”.
El parásito afecta exclusivamente al ser humano y se transmite de forma directa, en el contacto cabeza a cabeza de los niños. “Realmente la pediculosis es una epidemia a tratar y esto lo tienen en sus manos los padres”, detalló el especialista. Y agregó que se debe estar atento ya que “el diagnóstico se realiza viendo específicamente al parásito, ya sea el piojo adulto, que puede estar en el cuero cabelludo, o bien las liendres (huevos) adheridos al pelo”.
Es importante que antes de comenzar las clases, los padres se aseguren una consulta con el médico para evitar que se propague el contagio de la pediculosis en la escuela.