También se refirió a la desigualdad en América Latina. Lo hizo en la inauguración del Congreso Ciudades para Vivir Bien, en la que estuvo acompañado por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
El presidente Alberto Fernández se mostró preocupado por las protestas en Brasil tras la victoria en el balotaje de Lula da Silva ante Jair Bolsonaro el domingo pasado. «Le pido al pueblo de Brasil que conviva en democracia y que se respeten», dijo el mandatario en el marco de la inauguración de la Expo Congreso Ciudades para Vivir Bien, en Tecnópolis.
Ayer, Bolsonaro agradeció el respaldo, pero aclaró que «no es legal el cierre de vías en Brasil» porque «perjudica la vida de las personas». Las protestas en el gigante de América del Sur muestran a sus seguidores en las calles, bloqueando accesos y demandando el protagonismo de las fuerzas armadas, que aún mantienen un bajo perfil.
En otra línea discursiva, el jefe de Estado reflexionó sobre el presente de América Latina, que la definió como «el continente más desigualdad del mundo», aunque destacó «grandes avances». «Ser el continente más desigual nos debe preocupar y ocupar para terminar con ese problema que asumimos y que no es necesariamente nuestro problema. Es el modo en el que se ha diagramado el mundo y en el que opera el capitalismo financiero», denunció.
«Tiene grandes avances, somos un continente de paz, no tenemos conflictos, somos democráticos, y hemos puesto en valor la democracia. Vivir en democracia quiere decir respetar una elección y convivir en la diferencia. Celebro el triunfo de Lula da Silva en Brasil», continuó Fernández, acompañado del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y Fernando Espinoza, intendente del municipio bonaerense de La Matanza.
Con respecto al congreso, el Presidente argumentó que los intendentes representan el primero de los eslabones de una «cadena que se diseña para gobernar un país» y continuó: «También sé que son en —términos políticos— los que deben convivir con el control social más cercano. Quiere decir que a un intendente los vecinos lo conocen y recurren a él cuando tienen un problema. Debe ocuparse de todo.»
El mandatario volvió a la carga con la discusión de la coparticipación y el conflicto con la ciudad de Buenos Aires al argumentar que la Argentina tiene que revisar su lógica de desarrollo: «Acá el problema no es la dimensión de la provincia (Buenos Aires) ni la concentración de gente. Acá el problema es que el presupuesto de la Matanza, que tiene 2 millones de habitantes, representa el 3% de la Ciudad, que tiene 2 millones 800 mil habitantes».
El conflicto entre el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y Alberto Fernández por la coparticipación comenzó durante la pandemia, momento en que Larreta y Fernández mantuvieron una relación estrecha, y se profundizó cuando la Casa Rosada decidió no abrir las instituciones educativas.