Horacio García Belsunce trabaja desde el 1° de febrero en el municipio del dirigente del PRO Nicolás Ducoté. Condenado en doble instancia, está libre porque apeló el fallo.
Desde el municipio de Pilar se lo confirmaron a Datosdelaregion.com. La noticia fue publicada inicialmente en un medio local, Pilar de Todos, y es una decisión muy polémica de parte del intendente Nicolás Ducoté. Él fue el encargado de nombrar como auditor a Horacio García Belsunce, hermanos de María Marta, asesinada en el country El Carmel el 27 de octubre de 2002, aunque aún esté condenado a cuatro años de prisión por el delito de encubrimiento. Ese fallo fue confirmado en doble instancia: Tribunal Oral y Casación.
García Belsunce pasó apenas unos días en la cárcel, ya que salió bajo fianza, y luego apeló el falló ante la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires. Por eso no va preso. Y en el caso de tener cumplir ese período tras las rejas, la condena empezaría a hacerse efectiva desde el momento de la detención.
“Soy abogado y periodista, pero nunca trabajé como auditor. Es algo que estoy aprendiendo. Luego de 12 años conseguí trabajo. Hice de todo, fui hasta remisero”, contó al sitio pilarense el ahora auditor auditor en la dirección de Control de Gestión municipal.
Belsunce asegura que es inocente y que, tras el fallo que liberó a Carlos Carrascosa, desea que se apuren los procesos para que la Justicia determine su inocencia antes de la prescripción de la causa. Eso ocurrirá el 27 de octubre de 2017, cuando se cumplan 15 años del crimen. «Sería como salir por la puerta de servicio. Nosotros queremos que se demuestre nuestra inocencia”, dijo al respecto.
Sobre su tarea en el municipio, García Belsunce aseguró que el trabajo es chequear «que no haya corrupción, revisar los procesos de varias áreas, como la obra pública, el sistema de arreglo de calles del ionizado, la basura, la Montonera, es decir todas las áreas en general. Somos un grupo de trabajo que arrancó hace poco”.
La socióloga García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su chalet del country Carmel de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera y su marido, Carlos Carrascosa, declaró siempre que él pensó que había sufrido un «accidente» y se había golpeado la cabeza con una viga y las canillas.
La autopsia practicada a 36 días del hecho comprobó que había sido asesinada de seis balazos en el cráneo, cinco de los cuales penetraron y el sexto -«el pituto»- que le rebotó, con un arma calibre .38 largo que nunca apareció.
En un primer juicio, el viudo fue condenado en 2007 sólo por el «encubrimiento» y absuelto por el homicidio, pero en 2009 el Tribunal de Casación lo condenó directamente a prisión perpetua como autor del crimen de su esposa.
En 2014, gracias a una apelación de su defensa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó la revisión del fallo condenatorio que es analizado por Casación.
Al cumplir 70 años, y luego de pasar cinco años en el penal de Campana, Carrascosa fue beneficiado en diciembre de 2014 con prisión domiciliaria y tras pagar una fianza de un millón de pesos desde febrero de 2015 estaba monitoreado con tobillera electrónica en un country del partido bonaerense de Escobar. Quedó en libertad en diciembre de 2016.