Si no se aprueba el proyecto el país se encamina «a una catástrofe de proporciones bíblicas»
El presidente Javier Milei sostuvo hoy que «fueron necesarias» las medidas que pretende aplicar a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para desregular la economía, y ratificó que el país se encuentra «ante la peor herencia de la historia».
En ese sentido, el mandatario instó a los legisladores a aceptar el proyecto que envió al Congreso y señaló que tiene «la convicción de que será aprobado». Al respecto, indicó que los legisladores tienen dos opciones: «Rechazar y seguir con el modelo anterior, o aceptar el proyecto para realizar un cambio profundo».
De igual modo, Milei envió un aviso a algunos sectores al expresar que «depende de los legisladores, los sindicalistas y los dirigentes sociales ser la solución o parte del problema».
Y en caso de que no sea aceptado el DNU, «no tendremos los instrumentos para evitar una catástrofe que sería de proporciones bíblicas», subrayó el presidente.
A través de un mensaje grabado, y emitido por cadena nacional, Milei insistió en remarcar que «el problema heredado es demasiado profundo y condena a la mitad de los argentinos a la pobreza».
«A algunos les ha llamado la atención la cantidad y la celeridad de las medidas que hemos tomado. Lo cierto es que fueron necesarias para morigerar los efectos de la peor herencia de la historia», agregó.
«Estos son los primeros pasos para dar vuelta la página y dejar atrás, de una vez y para siempre, el modelo económico de la casta, que hunde a los argentinos en la miseria desde hace más de 100 años. El cambio de raíz, respecto a este modelo empobrecedor, es un compromiso innegociable que asumí con todos los argentinos», continuó.
«Estamos ante una situación de emergencia nacional que requiere que actuemos de forma inmediata y contundente, con la mayor cantidad de instrumentos posibles, que exceden ampliamente los recursos que hemos usado en estas primeras semanas. A menos que
hagamos lo necesario ahora, nos dirigimos a una catástrofe económica de una magnitud desconocida para cualquier argentino vivo», advirtió.
Milei insistió en que el 2024 «será duro», pero aclaró que «siempre dije que prefería decir una verdad incómoda a una mentira confortable».
En el tramo final de su alocución, el jefe de Estado deseó «un feliz año para todos los argentinos», y dejó entrever su esperanza para que «podamos dar vuelta un siglo de fracasos. Que Dios bendiga al pueblo argentino y que las fuerzas del cielo nos acompañen».