Alberto Fernández dio su primer discurso en las Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el que se refirió a la agenda internacional de nuestro país.
El presidente Alberto Fernández emitió este martes su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en representación de la Argentina. En su mensaje, que fue grabado desde la Quinta de Olivos, el mandatario se refirió a los temas centrales en la agenda diplomática de nuestro país: el reclamo por la soberanía sobre las islas Malvinas, el esclarecimiento del atentado a la AMIA y la reestructuración de la deuda soberana.
Alberto Fernández comenzó su discurso con la pandemia de Covid-19 como eje, y se refirió a la «solidaridad» entre los países no sólo para contener la crisis sanitaria sino también para cooperar en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, que «tiene que ser un bien público global accesible a todas las naciones de una manera equitativa».
El mandatario argentino consideró que la crisis generada por el coronavirus «ha puesto de manifiesto la grave desigualdad de género» e hizo visible la importancia «del trabajo que millones de personas, mayoritariamente mujeres, aportan con el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado», y en otro momento de su discurso aseguró que «el logro de la igualdad sustantiva entre varones y mujeres es una prioridad y un pilar central de la democracia argentina».
Además de las cuestiones de género, el Presidente aseguró que «es necesario un compromiso colectivo para lograr la pronta y efectiva implementación» del Acuerdo de París para la reducción de las emisiones de gases de Efecto Invernadero, principal motor del Cambio Climático que hoy hace estragos en el ambiente.
«Nadie se salva solo en un planeta que se incendia, se inunda o se envenena«, sopesó Fernández. «Nuestro país está comprometido con una agenda de transición justa hacia el desarrollo integral y sostenible” que contemple “el refuerzo de la productividad y competitividad de la economía y la creación de empleos«, aseguró.
Tras agradecer el apoyo internacional a la Argentina en la reestructuración de la deuda externa con acreedores privados, Alberto Fernández aseguró que «las negociaciones con el FMI se encararán de la misma manera: de forma responsable, siendo respetuosos de los compromisos contraídos y evitando al mismo tiempo poner en riesgo las condiciones que permitan la reactivación económica y la construcción de un sendero de desarrollo inclusivo y sostenible».
Fernández también elogió el posicionamiento de la ONU sobre los Procesos de Reestructuración de la Deuda Soberana, expuesto en su Resolución 69/319 del año 2015, que «sentó un precedente para el reconocimiento de los derechos económicos soberanos frente a comportamientos abusivos y extorsivos».
En otro de los temas de su discurso Fernández ratificó que la Argentina «condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y privilegia su tratamiento en el marco de los foros multilaterales», por lo que volvió a reclamar la cooperación de Irán para el esclarecimiento del atentado de 1994 en Buenos Aires.
«A 26 años del atentado a la sede de la AMIA quiero continuar la política iniciada en este ámbito en 2003 y requerir a las autoridades de la República Islámica de Irán que cooperen con las autoridades judiciales argentinas para avanzar en la investigación de dicho atentado«, indicó.
«También solicitamos a la comunidad internacional cumplimentar las solicitudes contenidas en las cédulas rojas de Interpol ante la eventual presencia de un imputado en sus territorios, algo que Argentina jamás dejó de reclamar«, reforzó.