Los datos de 19.866 voluntarios- de los que 4.902 integraban el grupo de placebo– mostraron que Sputnik V tiene una eficacia general del 91,6 %, que aumenta hasta el 91,8 % entre el grupo de 2.144 voluntarios mayores de 60 años, según los resultados provisionales del ensayo clínico de fase III publicado este martes en The Lancet.
Al final del estudio, hubo 62 casos confirmados de Covid-19 en el grupo de placebo y solo 16 en el grupo de la vacuna. Sputnik V demostró ser un 100 % efectiva para prevenir el desarrollo de casos graves.
Los ensayos de Sputnik V también mostraron una tasa mucho más baja de reacciones adversas. Ninguna de las observadas se consideró relacionada con la vacunación y su tasa general fue de solo un 0,27 %, menos de la mitad que la de la vacuna de Pfizer (0,58 %) y más de tres veces menos que la de Moderna (0,97 %).
Los resultados del ensayo representan un «gran éxito en la batalla global contra la pandemia de covid-19», subrayó Alexánder Gíntsburg, director del Instituto de Investigación Gamaleya de Moscú, que desarrolló la vacuna Sputnik V.
«Los datos publicados por The Lancet demuestran que no solo Sputnik V es la primera vacuna registrada del mundo, sino también una de las mejores», afirmó Kirill Dmítriev, director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que patrocinó el desarrollo del fármaco. También añadió que Sputnik V supera a otras vacunas en términos de precio y facilidad de transporte y almacenamiento, y la calificó como «una vacuna para toda la humanidad».
Si bien las vacunas de Pfizer y Moderna requieren temperaturas muy bajas, de entre -70 ° C y -20 ° C, la Sputnik V se puede almacenar a entre 2 y 8 grados centígrados sin echarse a perder. La vacuna de fabricación rusa también se basa en dos vectores de adenovirus diferentes —virus de la gripe modificados genéticamente que no se pueden reproducir en el cuerpo humano, lo que genera una defensa más eficaz en comparación con otras vacunas que utilizan el mismo vector para ambas inyecciones.