Los mandatarios provinciales le pidieron coparticipar el Impuesto PAIS y el ministro del Interior aclaró que todas las medidas fiscales se debatirán “más adelante”.
Minutos después de finalizada la reunión del ministro del Interior, Guillermo Francos, con los gobernadores dialoguistas, en la que se garantizó el acompañamiento a la Ley Ómnibus en Diputados, el presidente Javier Milei compartió un llamativo posteo en su cuenta de la red social X: “Lo que en realidad quieren los diputados del ‘bloque extorsión’ es seguir viviendo del negocio de la política”.
El posteo corresponde al senador bonaerense por La Libertad Avanza, Joaquín de la Torre. “No tuvieron problema en darle facultades extraordinarias a CFK, Alberto y Kicillof. Siempre estuvieron cómodos con el modelo progre y estatista”, escribió el exintendente de San Miguel.
En la cumbre de gobernadores, Francos había conseguido el apoyo de los diputados que responden a los llamados gobernadores dialoguistas y el reposteo del Presidente podría volver a tensar las negociaciones.
En el encuentro, los mandatarios provinciales insistieron con el pedido de coparticipar el Impuesto PAIS, para compensar lo que cedieron las provincias por la eliminación del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría.
Si bien en un primer momento trascendió que ambas partes habían llegado a un acuerdo en ese sentido e incluso se habló de que podría ser del 30% la masa coparticipable del gravamen, tanto Francos como la oficina de comunicación del Gobierno, lo desmintieron. “Tuvimos una reunión muy positiva con los gobernadores. Nos expresaron voluntad de acuerdo. El gobierno ya dijo que todo lo fiscal lo conversaremos más adelante con todas las provincias y el Congreso. No vamos a discutir temas fiscales en esta ley”, aclaró el ministro.
Desde que la Ley Ómnibus se trabó en la Cámara de Diputados, Milei apuntó a los gobernadores e incluso los amenazó con dejarlos “sin un peso” si no la acompañaban. La filtración de la frase que se le adjudica al Presidente en una reunión de Gabinete, le costó el cargo al entonces ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
También fueron foco de sus críticas los diputados de la oposición que le garantizarían los votos necesarios para aprobar la ley.
