A pesar del muy mal dato de inflación de marzo, en el Gobierno confían en que abril marcará el demorado inicio del camino a la baja.
La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, atribuyó este viernes el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 7,7 por ciento en marzo al impacto de la guerra en los precios internacionales y a la sequía que padeció el país. Así, la inflación acumulada en los primeros tres meses del año llegó al 21,7 por ciento.
«El número que vemos hoy representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país. Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia», explicó en un menaje publicado en Twitter.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó esta tarde que el IPC aumentó 7,7% durante marzo y acumuló un aumento del 21,7% en el primer trimestre del año.
Cerruti ratificó que «estamos redoblando esfuerzos, convencidos de que el camino es sostener el crecimiento y el orden que estamos logrando».
«Y sabemos que la mayoría de los análisis nos muestran que este fue el peor momento y que comenzó una tendencia a la baja que esperamos ver reflejada próximamente», completó.
De acuerdo con algunas estimaciones de algunas consultoras económicas «la sequia y la gripe aviar sumaron 1,5 puntos porcentuales a la inflación de marzo».
En el número final que midió el Indec también influyeron «las subas de los precios de las frutas, verduras, la carne vacuna, el pollo y los huevos que sumaron en su conjunto alrededor de un punto y medio a la inflación del mes».
En ese sentido, advirtieron que «si descontamos sequía y gripe aviar al índice de inflación sería 6,2».
