Así lo determinó el IPC Congreso, que detalló que en el último mes y en comparación con el mismo periodo de 2016, la inflación alcanzó el 1,3 por ciento en alza.
Los equipos económicos del Frente Renovador y el GEN, encabezados por el diputado Marco Lavagna, dieron a conocer los nuevos datos del IPC Congreso. Estuvieron acompañados por el bloque de diputados de Libres del Sur y el partido Socialista, entre otros.
En ese sentido, informaron que la inflación en el sexto mes del año alcanzó 1,3%, mostrando en el primer semestre del año un alza del 11,7%, y del 23,4% en los últimos 12 meses.
Las principales subas del mes estuvieron centradas en equipamiento y mantenimiento del hogar, y alimentos y bebidas. En el caso de alimentos, la suba alcanzó 1,5%, algo menos que en los meses anteriores, en parte debido a la evolución de los productos estacionales (especialmente las frutas).
De hecho, el IPC Core (aquel que mide el índice de precios al consumidor sin tener en cuenta a los productos y servicios cuyos valores dependen de la época del año), sigue sin evidenciar una desaceleración significativa: en junio mostró una suba de 1,8%, en línea con el promedio de los primeros cinco meses del año.
En efecto, uno de los principales focos de preocupación es que el IPC Core (que además permite conocer la tendencia de los precios a mediano plazo) permanezca en torno de esos niveles, lo que implica que la inflación estructural todavía no abandona el rango del 20% al 25% anual de los últimos 10 años.
Por ello, preocupa que sobre esta base elevada en julio se concentren muchos aumentos puntuales, como naftas, expensas, prepagas, cigarrillos y personal doméstico, que seguramente empujarán el índice en su tendencia alcista considerando, a su vez, un traspaso a los precios de la reciente suba del dólar.
